Los misterios de la existencia | Mortem

“No durará por siempre”

Alejandro Bravo Pérez*

Recuerdo que cuando yo era niño sentía curiosidad por los insectos que deambulaban en el patio de la casa de mis padres, siempre quise acercarme a ellos para poderlos ver más de cerca, pero cuando me aproximaba, se alejaban de mí de forma rápida. No fue hasta que en una ocasión, encontré a un escarabajo inmóvil, me acerqué para mirarlo, para tocarlo, aunque para mi asombro, cuando lo mire, me resultó horroroso. Ese día, yo estaba observando algo que no había visto antes. 

La grandeza de ser niños es que sentimos curiosidad por todo lo que nos rodea, exploramos con la mirada, escuchamos ruidos que intentamos descubrir su origen, los olores ayudan a identificar a nuestros familiares, con las manos palpamos todo lo que podamos, y es por la boca que no solo degustamos los sabores del mundo, también nos comunicamos, hacemos todo esto y mucho más, porque estamos vivos. 

En una ocasión, estando en un sepelio, un niño con preocupación y llanto, preguntó a sus padres ¿mamá tú también te vas a morir? ¿papá, yo también me voy a morir? Sus cuestionamientos me intrigaron, hicieron que la piel se me erizara, porque ese niño, igual que yo al mirar el escarabajo, se había percatado que nada dura para siempre, que tarde o temprano, tanto él, como yo o sus padres, pueden morir. 

De manera directa, con mentiras, con mitos o leyendas, nos explican que tarde o temprano cada ser vivo morirá algún día, pero nadie se toma muy seriamente esa posibilidad, al menos no hasta que lo experimenta muy de cerca, cuando nada hay más evidente, universal e inevitable que la muerte en palabras de Louis- Vicent Thomas; “todo lo que está sujeto a la ley del tiempo está condenado a morir y desaparecer “. 

Un día nacemos, unos días más o unos días menos, crecemos y en un día que no conocemos, moriremos. Es parte de la naturaleza humana, el ciclo de la vida, así le llaman algunos. 

La muerte es la reducción de todas las posibilidades, la desaparición de todo movimiento, un irreversible y definitivo cese de las funciones vitales. Cuando más ajena es la muerte, más cercana parece que la experimentamos, quizás porque cuando sea una experiencia propia, dejaremos al mismo tiempo de sentirla. Cuando la muerte llega, el ser vivo se habrá ido. 

En vida, atestiguamos la muerte en cada uno de nuestros actos cotidianos, es algo natural del proceso cíclico, aun así, parece que estamos más dispuestos a ignorarlo, la miramos tan lejana, sobre todo cuando en condiciones físicas, se experimenta uno con las condiciones óptimas. A reserva que se nazca con alguna enfermedad crónica degenerativa o algún tipo de daño físico, muy difícilmente se hace conciencia plena de la posibilidad propia de muerte. 

Es un tabú, un tema mal visto, es invocar lo malo. Siempre que alguien comienza a intentar querer hablar de esta posibilidad, se puede escuchar respuestas en expresiones como; “cuando te toca, te va tocar, si no te toca, ni, aunque la busques te va tocar”, los otros son los que se mueren, porque les toca, es uno, quien debe sentirse confiado que no le pasara, pese a tener la misma posibilidad que todos. 

Basta enfermarse de algo tan diminuto como lo es un virus, para caer en cama por varios días, sintiendo que se agoniza, dificultando la respiración y el consumo de alimentos, debilitándose, decayendo su energía, estando solo así, es que lo que se piensa que lo que era lejano, lo que se creía que era algo que no le tocaba, se hace presente en su existencia. La ansiedad, la angustia y los constantes ataques acompañados de crisis nerviosas, se hacen presentes, recuerdan al ser humano, que se es mortal, que es vulnerable y no durará por siempre.

Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte. 

Hasta la próxima. 

Terapeuta Existencial

Correo: cypesc@gmail.com

*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.