Los misterios de la existencia | Extorsión
“Completamente solo”
Alejandro Bravo Pérez*
Caminas una tarde como lo has hecho en los últimos años, lo haces con suma tranquilidad y sin preocupación, es un día más, una tarde cualquiera. De repente suena tu teléfono, lo hace una y otra vez, en un principio no contestas porque no conoces el número, al no ceder con la llamada, comienzan a llegarte mensajes de texto, los cuales también ignoras, aunque un sentimiento de extrañeza comienza a recorrer tu cuerpo, tienes la sensación de que algo malo está pasando, es entonces que revisas los mensajes y, al leerlos, te das cuenta que intentan extorsionarte, con palabras altisonantes, con mentadas de madre y advertencias, te amenazan que les deposites una cantidad de dinero o que te atengas a las consecuencias.
En ese momento, la tranquilidad y la calma desaparecen.
Al mismo tiempo que te extorsionan, la gente que te rodean te sigue buscando, para ellos la vida continúa y, como no compartes tu experiencia por la razón que tú no quieras hacerlo, para los demás es como si no pasará absolutamente NADA.
La renta de la casa donde vives se tiene que pagar, la tanda que das cada quincena, te la comienzan a cobrar, si tienes un adeudo en otras compañías, se suman al constante hostigamiento de tu día y, finalmente, en tu experiencia, puedes sentir que el mundo se detiene, pero para las demás personas el show continúa.
Te diriges con las dependencias que tienes que hacerlo, pero parece que la forma en que te atienden y que te reciben es fría e indiferente con tu tragedia, es como si la calidad humana y ese valor de empatía ya no existiera, se perdió en algún lugar, la intentas buscar y ves cierta salvación en ellos, en ellas, que en teoría están ahí para brindarte protección, pero todo el proceso protocolario se convierte en una carga de obstáculos, que parece funcionan para dejar ir a los extorsionadores con las manos libres. Cansado, sentado en una silla, miras al piso mientras experimentas que tu garganta se angosta, que el aire no llega a tus pulmones, que tus manos te sudan y que tu cuerpo se quiere mover por una sensación inquietante que siente desde tus piernas hasta tu cabeza.
Sentado ahí, en esa oficina, rodeado de alguna secretaria, el oficial que cuida el área y de la persona que te entrevista, experimentas una especie de soledad, una soledad existencial, es entonces que sueltas el llanto al sentirte completamente solo, aun estando rodeado de todas esas personas.
De acuerdo con los datos oficiales y aportados por expertos en seguridad pública, la extorsión ha ido en aumento y, en palabras del actual presidente, es un problema presente que no puede ser frenado.
Un fenómeno que puede convertirse en un tipo de tortura psicológica y que pese a toda la información que hay para no caer en el chantaje de los extorsionadores, no hay información de la creación de conciencia frente al dolor existencial que experimentan las personas que pasan por esto.
Hola, mi nombre es Alejandro Bravo, cuento con la formación como terapeuta existencial. Más que hablarte de teorías o técnicas, me gusta explorar lo que está presente, lo cotidiano, lo que ocurre.
Si te interesa conocer un poco más de esto e indagar en tus propios misterios, te invito a crear un espacio de relación y diálogo para que, juntos, podamos comprender un poco más la “situación” que estés viviendo, como también la manera en que te relacionas con el mundo y los demás.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer.