Los misterios de la existencia | El tiempo de los desechos
“Las-no-cosas”.
Alejandro Bravo Pérez*
El trabajo desempeña la mayor parte del tiempo en nuestra vida, es tanto así, que prácticamente, algunas personas pasan más tiempo en una oficina, consultorio, trasporte o aula, que en su propia casa. “El trabajo es algo más que una forma de ganarse la vida”, para eso contamos con una educación básica, como leer, sumar y multiplicar, ya después el estudio va avanzando y adquiriendo mayor complejidad, según la especialidad que se desee aprender. Por otro lado, hay quienes no tienen interés de acudir a una escuela, pero no implica, que no se siga aprendiendo, conozco personas que le saben un poco de “algo” y son buenos haciendo ese “algo”, aún desde sus propias posibilidades.
EL trabajo es una fuente de identidad y que en cualquier lugar que se llegue, se le da un sentido, uno que va incluido en una misión y visión. “Aunque es una estafa”, en palabras de Sarah Jaffe; “el trabajo nunca te amará”. Hace apenas 100 años, se contrataba alguien para cumplir con su jornada, sin derechos, ni prestaciones. Con el tiempo, se hicieron huelgas y movimientos que exigieron esos honorarios, hoy se goza de una o muchas asistencias, según el lugar donde uno se encuentre.
Pero, ¿dónde queda ese equilibro en tu vida y tu trabajo? La jornada de trabajo inicií con 12 horas, después se redujo a 10 y finalmente a 8. Aunque con la pandemia, parece que se recobró ese horario de 12 y hasta incluso se incrementó a más horas, rompiendo el equilibrio entre tu vida personal y tu vida laboral.
Al trabajador de hace 100 años, se le exigía un desempeño físico, ahora no, ahora se le suma uno, que es el emocional. Ya sabes, “ponte una sonrisa”, “da lo mejor” y “muestra tu mejor aptitud”. No importa que te estés muriendo, ni los problemas en casa o en tus relaciones, si no eres capaz de mostrar la mejor versión de ti, se buscará a otros mejores de tú, desechando y menospreciando tu trabajo, quitándote la oportunidad de crecimiento y hasta el puesto que tenías. Quizás al final, para los jefes, el empleado, siempre es algo desechable, algo de lo que se puede disponer y cambiar a su antojo.
Si algo nos dejó esta pandemia, es el hecho de que en nuestras vidas se necesita ser servidos por otros. Quien es jefe de otros, se sienten con el derecho de contar un servicio, que, al no verse satisfecho con el mismo, pueden simplemente quitar y poner a otro que, si pueda satisfacer las posturas ególatras, las peticiones impositoras. No cabe duda, que, para los ojos de algunos, seguimos habitando el tiempo de lo desechable, no solo las cosas, si no las-no-cosas, como la vida, la experiencia y la libertad de otros.
Mi nombre es Alejandro, cuento con la formación como Terapeuta Existencial. Más que hablar de teorías o técnicas, me gusta explorar lo que está presente, lo cotidiano, lo que ocurre. Si te interesa conocer un poco más de esto e indagar en tus propios misterios, te invito a crear un espacio de relación y diálogo para que juntos, juntas, podamos comprender un poco más la “situación” que estés viviendo, como también la manera en que te relacionas con el mundo, con los demás, ya que clarificar nuestra posición en el mundo, puede aclarar nuestra postura y entonces si así se elige, optar por una actitud diferente.
Hasta pronto.
*Terapeuta existencial
Teléfono: 7712099585
Correo: cypesc@gmail.com
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.