Los misterios de la existencia | El dolor
“Es sufrimiento.”
Alejandro Bravo Pérez*
El dolor es una clave para comprender que algo nos está ocurriendo, el dolor es parte de nuestra existencia, es algo que nos acompaña desde el día en que nacemos y solo dejaremos de sentirlo, el día en que se esté muerto.
El dolor es el precio que se paga por ser poseedores de un cuerpo, un cuerpo sensible, sintiente, un mundo con apertura a muchas posibilidades que solo se pueden encontrar en una dimensión física. Alguna persona que es incapaz de poder sentir dolor, no percibe la vida de la misma manera como lo hacemos todos. Puede tomar una sopa que está caliente y quemarse la lengua, aún así no se detendrá, seguirá comiendo. A otra persona puede dolerle la cabeza, pero no se detiene con su trabajo, por eso sigue haciendo lo que tenga que hacer, sin quejarse del dolor, porque no lo percibe, aunque después de un tiempo, es seguro que desmayará o el dolor que no siente, le cause un derrame cerebral.
Cada ser viviente, sintiente, está en todas las partes donde es tocado por su dolor. Por eso, cuando alguien acaba de sufrir una ruptura amorosa y dice que le duele toda el alma, le deberíamos tomar muy enserio sus palabras, porque está dejando de ser alguien que solo era con su pareja, y que dejará de serlo por la ruptura.
De esta manera, cada dolor debería tener una causa específica y le corresponde a cada persona descifrar el significado que yace en su experiencia dolorosa, misma que está sujeta a otras dimensiones de la existencia. Mirar al dolor más allá de una reacción biológica, es mirar que existe una dualidad física y de conciencia, de cuerpo y espíritu, de psicológico y orgánico. El dolor que siente cada individuo, es un dolor que se desborda como la bola de nieve que cae desde lo alto de montaña, irrumpiendo con su mundo, sus relaciones y por lo tanto, causando un sufrimiento.
El dolor no solamente afecta al cuerpo de las personas, afecta en todos sus sentidos, rompiendo el flujo de todas sus actividades cotidianas, lo que antes podía realizar con suma facilidad, a causa del dolor, no las puede realizar de la misma manera, y por lo tanto, también se ven afectadas sus relaciones humanas. Cuando esto ocurre, es sufrimiento, y el sufrimiento es un único conocimiento de quien lo sufre.
¿Por qué sufre? Porque a causa de su dolor, no se reconoce, no se mira de la misma manera como lo hacía antes, no relaciona con su mundo como lo hacía antes de sentir libre y sin dolor. El dolor no le permite disfrutar de la misma manera sus actividades cotidianas. El dolor si no es atendido, puede ser causa no solo de sufrimiento, sino también, de un tipo de hundimiento existencial.
Mi nombre es Alejandro, cuento con la formación como Terapeuta Existencial. Más que hablar de teorías o técnicas, me gusta explorar lo que está presente, lo cotidiano, lo que ocurre. Si te interesa conocer un poco más de esto e indagar en tus propios misterios, te invito a crear un espacio de relación y diálogo para que juntos, juntas, podamos comprender un poco más la “situación” que estés viviendo, como también la manera en que te relacionas con el mundo y los demás, ya que clarificar nuestra posición en el mundo, puede aclarar nuestra postura y entonces si así se elige, optar por una actitud diferente.
Hasta pronto.
*Terapeuta existencial
Teléfono: 7712099585
Correo: cypesc@gmail.com
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.
