Los misterios de la existencia | Anicca
“Todo fluye”
Alejandro Bravo Pérez*
Me resulta extraño, cuando pienso un poco sobre mi vida, especialmente recordando sucesos personales de hace unos años atrás, y que últimamente, hago más presentes cuando estoy en una sesión de terapia de grupo, en alguna clase que imparto, o cuando estoy con mis pacientes.
En los últimos días me he percatado de que he vivido momentos en que he sido muy feliz, otros en que he sentido mucha angustia, periodos largos, en los que viví con mucho miedo, con incertidumbre. Y existen también los momentos en que he sentido mucha paz. Mi vida, ahora como la miro, es un ir y venir, es tal y como lo dice Heráclito: “Todo fluye”.
Alguna vez asistí a un taller budista en donde me explicaron el concepto de Anicca, que significa “impermanencia” y se puede entender como lo no permanente, lo transitorio, lo inconstante. Es decir, todo lo que vemos que hay en el mundo, sin excepción, desde una piedra, un árbol, el sol, las estrellas, hasta el ser humano, se encuentra en un cambio continuo, pero que a su vez está encadenado a la decadencia y destrucción.
Las experiencias que les he compartido, fueron, han dejado de ser, y, aun así, mientras estoy vivo, tengo “posibilidad de vivir algunas nuevas”. Cuando muera, mi vida dejará de fluir, mi cuerpo abandonará el movimiento por el mundo, y cuando yo muera, no solo desistiré de ser, quedaré fijado como lo último que haya sido.
Nada en este mundo es igual, todo está en constante cambio y para que exista ese movimiento, primero debe haber la destrucción de algo. Cuando un bebe está a punto de nacer, hay primero una rotura de membranas. El árbol que nos brinda manzanas, primero fue una semilla. Lo que comemos, por muy saludable que sea, será destruido por nuestro aparato digestivo.
Esta es una ley de la naturaleza, todo cambia, está en un constante estado de flujo. Y puede parecer tonto en un principio, pero hasta lo que se franquea en un tiempo difícil, deberá también fluir y cambiar. Tarde o temprano, pero lo hará, porque el cambio se presenta de la manera más improbable e inesperada. Un día es todo felicidad y tranquilidad, y en otro instante, oscuridad y dolor. Pero también, todo puede ser sufrimiento y padecimiento, y de pronto, llega un poco de paz y tranquilidad.
Cuando uno atraviesa por un tiempo difícil, seguramente experimentará sentimientos de impotencia, desesperación, culpa, sufrimiento, dolor, preocupación, pensamientos negativos y hasta frustración. Pero cuando todo va bien y no hay otra cosa que alegría y felicidad, todo lo anterior no pasa ni por la mente, porque en ese momento, la vida parece ser dulce y eterna.
El cambio es parte de la vida, a todos nos esperan grandes cambios en nuestra existencia. Por eso, cuando uno siente que el mundo se sale de control y que se escapa de las manos, expresa el temor a ese cambio, en palabras de T. N. Hahn; “No es la impermanencia lo que nos hace sufrir, lo que nos hace sufrir, es creer que las cosas, sean permanentes, cuando no lo son.”
Todo cambia, algo es y después se convierte en algo más. Incluso nuestra vida, y el cambio, puede darse por sí solo, o, podemos elegir crearlo, pero también, no hacerlo.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.