La seguridad y la nación | Las reformas que se tambalean
“El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un listado de al menos 19 reformas constitucionales aprobadas por “el bloque conservador” desde 1989 hasta que él llegó al gobierno, donde, según él, se hicieron a modo y en beneficio de una minoría, pero, sobre las que se encuentra por enviar al Congreso, aseguró que es muy probable que no logren pasar”.
Hugo Rafael Sánchez González*
Durante su mañanera, el presidente de México presentó un resumen de al menos 19 reformas constitucionales; para dichas reformas, presentadas en uno de sus libros, consideró que “se aprobaron por consignas y a modo”.
Afirmó que, aunque “ya se quitaron la máscara, pero antes aparentaban que eran distintos, sin embargo, ya votaban juntos”, y aprobaron los cambios que “afectaron al pueblo, a los trabajadores, y beneficiaron a minorías, nacionales y extranjeras”.
Los cambios se hicieron “al grado que nosotros teníamos dos posibilidades: convocar a un nuevo Constituyente para hacer una nueva Constitución, o hacer reformas que consideraremos básicas para avanzar en la transformación. Optamos por lo segundo, por hacer reformas, vamos a decir, estratégicas a la Constitución, y ya lo logramos”.
Subrayó que aún “faltan dos o tres que van a estar ya muy complicadas de aprobación, no va a ser fácil porque ya se cerraron” y se requiere de dos terceras partes de votos del Congreso; probablemente, considera esa derrota por adelantado.
No obstante, insistió en que enviará las iniciativas restantes “por ser un asunto de principios. Si ellos las rechazan, no las quieren aprobar, ya lo dirá la historia”.
Dichas reformas de gran impacto tendrían consecuencias que tienen que ver con la soberanía nacional, la primera de ellas, la de la Guardia Nacional, una nueva reforma constitucional para eliminar por completo el mando civil, misma que en 2019 se utilizó para legitimar las tareas de esta corporación en seguridad pública; de esta manera, la Guardia Nacional pasaría a formar parte en su totalidad de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo que permitiría mantener a las fuerzas armadas en las calles y perpetuar lo que organizaciones civiles y especialistas llaman "la militarización de la seguridad pública".
Sin embargo, desde la creación de la Guardia Nacional, constituida en el actual sexenio —gracias a una reforma constitucional impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador— ésta acumula 424 quejas en materia de violaciones a derechos humanos, y tanto en 2020 como en 2021 se ha ubicado en el top ten de las instituciones a las que la ciudadanía atribuye más abusos.
El Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos reportó que, en 2020 la Guardia Nacional ocupó el octavo lugar en este terreno, con 350 quejas, y en lo que va de este año se ubica en el sexto, con 74. Arriba de ella, en las primeras cinco posiciones, están el IMSS, el Instituto Nacional de Migración, la Secretaría de Bienestar, del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social y el ISSSTE.
En promedio, desde su creación a mediados de 2019, cada mes se han presentado 20 quejas contra la Guardia Nacional por posibles violaciones a los derechos humanos.
Y ahora, que se encuentra la posibilidad de que ésta se sume a la Secretaría de la Defensa Nacional, sería, tal y como las fuerzas armadas, una institución obscura, sin rendición de cuentas, sistemática en la violación a derechos humanos, con grandes y jugosos presupuestos sin ningún tipo de transparencia.
*Especialista en Seguridad Pública. Instructor certificado en Derechos Humanos por el CICR.
Presidente de la asociación Desarrollo de Liderazgo y Talento, A.C.
Mtro en Juicios Orales.
Contacto: silverado_hr@hotmail.com
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