La familia | Hogares perfectamente imperfectos
“La fortaleza de una nación deriva de la integridad del hogar”
Susana Sánchez*
El hogar juega un papel vital en nuestras vidas, es donde nos sentimos más seguros, donde nos protegemos, donde descansamos, nos alimentamos, donde generamos recuerdos y tradiciones. Es un entorno de amor, paz y apoyo donde nos descubrimos a nosotros mismos y a los demás.
En el proceso de construir familias funcionales, sanas y felices, muchos de nosotros podemos caer en la trampa de querer tener un hogar lleno de cosas bonitas, limpio, donde todo combine, todo sirva, todo sea armonioso y transmita perfección.
La realidad es que no hay hogares así, las casas y el ambiente que se respira en ellas tiene que ser lugar de reunión de los que se quieren, el propósito de invertir tiempo, dinero y energía en tener una casa linda debe ser utilizado en vivir la vida en esa casa.
Por supuesto que todos tenemos la necesidad básica de albergue y protección, pero muchas veces nos podemos desviar pensando que el lujo, la comodidad, la limpieza excesiva, el espacio y la armonía nos distraen de nuestro objetivo principal que es formar un hogar.
La meta al crear un espacio donde viva mi familia debe incluir las actividades que me llevan a ese objetivo que es formar personas integras y felices. No se trata de crear un museo de la típica familia, las prioridades son conseguir lugares donde el desarrollo de cada uno se facilite, adecuando los espacios a las necesidades.
Y si algún lector es como la que escribe, fanática del orden y de la armonía, más nos vale relajarnos más y vivir nuestra casa con tranquilidad y alegría, dejando atrás la frustración que nos pueda generar cierto desorden, sabiendo que mientras caminemos por ella nos encontraremos con detalles de limpieza y pequeñas imperfecciones y no pasa nada.
Las casas requieren cierto desorden porque allí habitan personas reales que hacen las actividades más importantes de su vida ahí, que necesitan disfrutar y generar ocasiones de descanso, de estudio, de trabajo y de amor.
La casa no tiene que ser perfecta, no tiene que hacer match la cortina con el color de la pared como si se tratara de una imagen de Instagram, se trata de crear una atmosfera de desarrollo material y espiritual, donde las cosas de la casa nos lleven a un estado superior en donde la prioridad es la persona y no las cosas materiales.
Todos deseamos que nuestras casas sean estéticamente agradables, todos queremos tener un hogar atractivo donde la gente se sienta a gusto, donde se generen actividades alegres, reuniones de calidad, donde la cotidianeidad sea feliz.
No obstante, espero que todos nos mantengamos enfocados en la verdadera prioridad, en crear un hogar que atraiga a las personas que quiero en mi vida y el bien que quiero hacer con ese espacio donde vivo con los míos.
*Maestra en Educación Familiar
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.