Historia del futbol | Alcurnia rojinegra 

Historia del futbol | Alcurnia rojinegra 

“El club quedó constituido el verano de 1916 en la casa de campo que la familia Orendáin tenía en San Pedro Tlaquepaque”.

José Ortega Ramírez*

El Club Atlas nació como remedio a la nostalgia. En un café de Guadalajara, un grupo de jóvenes de la alta sociedad tapatía añoraba el juego que habían practicado durante sus años de estudiantes en Inglaterra. Ahí decidieron que el único alivio a sus males era formar un equipo de futbol.

Algunos de esos jóvenes eran los hermanos Alfonso y Juan José Lico Cortina, que habían aprendido a burlar en el colegio Saint Aloysius, Pedro Perico y Carlos Fernández del Valle, que fueron ases del Saint Johns, el tío de los Orendáin, que había pateado el balÓn en el colegio Ampleforth, al norte de Inglaterra, y Federico Collignon, quien a su regreso de Berlín se convirtió en un jugador famoso con el equipo Rovers de la Ciudad de México.

El club quedó constituido el verano de 1916 en la casa de campo que la familia Orendáin tenía en San Pedro Tlaquepaque. Fue Lico Cortina que había jugado durante un tiempo con el Asturias de la Ciudad de México y que a su regreso a Guadalajara fue quien dio el nombre de Atlas al equipo y también el diseñador el uniforme rojinegro. Para el escudo recurrió a Carlos Stual, pintor y gran dibujante, quien les sugirió la letra A blanca con un fondo rojinegro. El escenario de su reencuentro con el balón fueron los llanos de la bajadita, cercanos a san Pedro. Ahí, vistiendo sus pantalones bombachos y con un sombrero de fieltro tipo quesadilla que sólo se quitaban para cabecear, depuraron su técnica inglesa.

Cuando enfrentaban a los equipos locales resaltaba la superioridad de su juego basado en rápidas triangulaciones y su habilidad para eludir las cargas (empujones rivales). Además, mientras sus oponentes sólo sabían pegarle al balón con la punta del pie, es decir, de “punterazo” o “puñalada”, ellos utilizaban el empeine para darle efecto a la trayectoria del balón.

Este juego más efectivo quedó de manifiesto en el primer partido que disputaron contra el Guadalajara. Los atlistas pasearon por el campo a los rojiblancos, que desconcertados no pusieron resistencia.

Al año siguiente el Club Atlas se mudó a los terrenos del Paradero, ubicados en el camino de Guadalajara a san pedro Tlaquepaque, llamados así porque ahí existía un jacalón en forma de medio círculo con rejas de barro donde paraban los tranvías que salían de Guadalajara. En estas instalaciones se formó una escuela que comenzó a enseñar un futbol elegante, calificado más tarde como “académico”, que logró mantener su hegemonía en las canchas tapatías hasta el año de 1921 ya que no hubo trofeo que no ganara el equipo del paradero, sin olvidar los grandes encuentros con los equipos capitalinos del club España y el América.

 

*Escritor e instructor profesional en ciencias aplicadas al futbol. 

Facebook: José Ortega Ramírez

Correo: jor0231&hotmail.com

 

 

**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.

Reflexionando el evangelio | Bendito el que viene

Reflexionando el evangelio | Bendito el que viene

Los misterios de la existencia | Crisis existencial

Los misterios de la existencia | Crisis existencial