Hablemos de seguridad… y algo más | Valores, virtudes, actitudes, aptitudes y habilidades en la función policial
“El derecho es el mejor instrumento, el más fino para depurar las pasiones del hombre, para centrarlo en su sociedad, e impulsarlo en su progreso y evolución moral”.
Diego Varela de León*
En la idea y acción permanente de generar y sentar un ideario de base en la actuación del funcionario encargado de la prevención, procuración, administración y reinserción, en este esbozo nos remitimos al trazado en el aspecto objetivo y subjetivo de los valores. Y en la aspiración de lograr un consenso necesariamente tendremos que partir de lo que nos es común a todos los seres humanos, esto es nuestra propia naturaleza, en la cual podemos descubrir los valores, algunos de los cuales compartimos con otros seres vivos. El ser humano es una síntesis de lo espiritual y lo material somos seres biopsicosociales y espirituales, y cada ideal se relaciona con ciertos valores, virtudes, actitudes, aptitudes y habilidades, que es necesario realizar para procurar hacer realidad el ideal, y en ese ideario se enuncian valores como bienes deseables, pero también en el sentido psicológico, como virtudes, que son disposiciones generales para obrar el bien y evitar el mal en un orden específico relativamente permanentes y con cierta facilidad. Es decir que se enuncian en forma mezclada valores en abstracto y valores que cuando se hacen costumbres y actitudes en una persona se transforman en virtudes.
Los valores son aquellos que afectan el aspecto más íntimo del ser (libre albedrío), ósea, su libertad de decidir conscientemente de sus actos, y estos pueden ser buenos o malos según su decisión basados en la calidad o valor de la persona, estriba precisamente en sus valores éticos o morales.
Las actitudes son predisposiciones a reaccionar o accionar positiva o negativamente, ante una persona, objeto, idea o hecho.
La aptitud es una capacidad intrínseca para actuar de forma competente en una actividad determinada y superar con éxito los retos que se nos planteen, es la capacidad que tiene una persona para llevar a cabo las funciones propias de su puesto de trabajo. Mozart, por ejemplo, tenía una aptitud natural para la música y por ello llegó a ser un genio
Las habilidades son capacidades de desempeño de actividades o tareas que se fincan en procesos de la inteligencia y que se desarrollan mediante la imitación y la práctica progresiva.
La inteligencia emocional (IE) es un constructo que se refiere a la capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, discernir entre diferentes sentimientos y etiquetarlos apropiadamente, utilizar información emocional para guiar el pensamiento y la conducta, y administrar o ajustar las emociones para adaptarse al ambiente o conseguir objetivos. Entonces pues la inteligencia ocupada de buscar la verdad que nos ayuda a descubrir en la misma naturaleza del hombre la distinción entre el bien y el mal.
El relativismo moral niega un orden objetivo de los valores, niega la posibilidad de normas universales de moralidad. Todo es relativo, pero si esto es cierto, luego hay algo absoluto y la proposición resulta falsa. La verdad es para todos y donde sea o no, es verdad; la bondad es válida para todo el género humano, o no es bondad. Si aceptáramos que no existen valores básicos o universales en los que nos podamos poner de acuerdo y los consideráramos cuestiones opcionales y opinables, entonces no se podría sostenerse la defensa de los derechos humanos, ni podrían condenarse los genocidios. Sin los principios firmes de los valores, no serían posibles las instituciones de la vida democrática. Entonces pues por valores humanos universales entendemos, que son todos aquellos valores que integran al ser por el simple hecho de ser, es decir de su naturaleza humana, por ello mismo reciben el nombre de humanos y son universales en cuanto que constituyen la integridad del ser humano. Sin embargo, los valores humanos universales por excelencia son aquellos que se refieren a las facultades esenciales del hombre: su inteligencia y su voluntad libre.
E invariablemente en cientos de pensamientos y opiniones algunas ufanas y otras diáfanas se vierten opiniones encontradas y sin embargo en nuestra idea y acción se trata pues de hacer una enunciación más exhaustiva de cualidades, que permitan al funcionario de la prevención, procuración, administración y reinserción encuadrar sus formas y modos de actuación, donde igualmente decimos que siempre hay tanto cosas buenas ya sabidas que deben conservarse, como cosas nuevas que obedecen a los nuevos retos. Y lo importante no es tener todas estas cualidades, sino que el funcionario tenga la voluntad constante de mejoramiento y luche por alcanzar aquellas que le hagan falta, consciente de que el proceso de aprendizaje y perfeccionamiento nunca termina mientras se tenga vida.