Hablemos de seguridad… y algo más | Inaceptables acciones de violencia
“La violencia ha acompañado a la humanidad durante todo el trayecto de su existencia…”
Diego Varela de León*
La violencia física se refiere a la agresión física deliberada que causa daño o sufrimiento a otra persona, según la organización mundial de la Salud (OMS), define que la violencia física es el uso intencionado de la fuerza física o el poder contra uno mismo, hacia otra persona, grupos o comunidades, igualmente otras definiciones incluyen el uso intencionado de la fuerza física en contra de un semejante con el propósito de herir, abusar, robar, humillar, dominar, ultrajar, torturar, destruir o causar la muerte, además de que la violencia física en si es brutal, exterior y dolorosa no solo para las otras personas a quienes se les ocasione el daño físico sino para el colectivo social, dadas las escenas que se manifiestan en toda violencia física.
El sociólogo noruego, Johan Vincent Galtung sostiene que: “el origen de la violencia es un conflicto no resuelto y en la cultura profunda que no tiene remedio. Y es una realidad que no es nueva ni mucho menos característica propia de una época, de un país o de un régimen determinado. La humanidad se retrata en ella para vergüenza de todos en los ambientes más dispares y con los disfraces más diversos, pero en todos los casos con un denominador común, y la dominación del opresor quien, arrebatado, procura la caída o el daño a un hombre, o muchos de ellos, y sus víctimas polarizan el espíritu colectivo de la sociedad entera”.
De acuerdo con lo que cita el Dr. Alejandro Cruzado Balcázar en su artículo de sociología criminal y violencia quien asienta que: “La violencia ha acompañado a la humanidad durante todo el trayecto de su existencia. Desde tiempo inmemorial, ha tenido predominancia cósmica, y jamás el hombre ha podido remontarla, porque no ha sabido sustraerse a la fuerza arrolladora de las pasiones subalternas, connaturales a la esencia misma del ser humano. El hombre, necesitado de la paz, trató de conjurar el despotismo, la tiranía, el abuso y el sometimiento, creando la cultura y con ella la Pedagogía y el Derecho, procurando conseguir un remanso en su existencia a través del diálogo, la conciliación que ponga fin a los conflictos de intereses, y la sana convivencia, que permitan a sus hijos edificar un destino promisorio”.
Igualmente el Dr. Alejandro Cruzado Balcázar en el citado artículo asienta que: “La sociopatía, llamada también anomia o relajamiento moral, es el trastorno de la personalidad antisocial o cuadro de patología social, cuya característica peculiar se da en el individuo que, indiferente a las normas sociales y a las leyes, es incapaz de adaptarse a ellas, se substrae al respeto de los derechos individuales complaciéndose en conculcarlos, y en agredir física o moralmente a los demás, de tal suerte que la violencia como expresión de la anomia se interpreta jurídicamente, unas veces, en el sentido de fuerza física que se ejerce sobre un sujeto o sobre una cosa, y otras en el de coacción moral respecto de una persona.
Entonces pues estamos de acuerdo en que la violencia es el empleo de la fuerza física o moral para producir daño en las personas, coartar la libertad, denostar la honra, o bienes de la víctima, y se representa de manera recurrente a lo largo de la historia de la humanidad que sin duda es un milenario fenómeno que ha estado presente en todas las sociedades del devenir de nuestro mundo y que ha dejado a su paso deplorable huella en la historia individual, familiar y social, y se dan en el hogar, la escuela, la calle, las comunidades, los centros de reclusión y hasta en los centros de culto religioso, según los estudiosos de estos temas como los sociólogos, antropólogos psicólogos y otras ciencias afines esa violencia revela las tensiones acumuladas de una sociedad en crisis, proveyendo ámbitos y experiencias que acentúan las contradicciones y enfrentamientos sociales.
Lo anterior a propósito de los acontecimientos de violencia que se suscitaron el viernes 24 de enero del presente año y que se dieron a conocer en redes sociales en el cual, cuatro personas del sexo masculino que se trasladaban a bordo de un vehículo sin placas de circulación, fueron detenidos y sujetos de una inspección policial por parte de dos elementos de la dirección general de seguridad vial (transito) y el alto se los hacen a los transeúntes precisamente por observar que dicho vehículo transitaba sin placas de circulación, y al iniciar la inspección los agentes del orden se dieron cuenta que no contaban con ninguna documentación tanto tarjeta de circulación, licencia, ni documentación que acreditara la posesión legal de dicho vehículo, por lo que los agentes iniciaron el procedimiento legal que para ese tipo de situaciones se realiza, el cual consiste en retirar de circulación el vehículo, mandarlo al corralón para que los ocupantes dieran cuenta tanto de la posesión y propiedad del mismo.
De acuerdo con los hechos en una situación de civilidad y conciencia social el tema hubiese terminado bien con el actuar adecuado de los agentes del orden (tránsitos) que hicieron lo correcto, y en el caso de los interpelados (civiles) en el acatamiento de la aplicación de la ley, sin embargo lo que se observa en los videos que se dieron a conocer mediante redes sociales, los hechos se tornaron en violencia física por parte de los civiles al no acatar las indicaciones de los agentes de tránsito los cuales fueron agredidos físicamente y el resultado de dicha agresión muy lamentable, pues al parecer y sin tener los datos precisos, los agentes de tránsito resultaron lesionados con heridas graves como la fractura de nariz, esguince del cuello, fractura de un dedo de la mano así como lesiones notablemente visibles que ponen en riesgo la vida de los agentes de tránsito, y nuevamente con esta pluma y con esta voz reprobamos cualquier acto de violencia venga de donde venga, sea de la propia autoridad o bien de la sociedad, y el llamado reiterado a la civilidad y conciencia social pues cualquier acto de violencia es simple y sencillamente Inaceptable reprobable, por ello sea nuestra solidaridad con los agentes de tránsito que resultaron lesionados en el cumplimiento de su deber.