Hablemos de seguridad… y algo más | El renacer de la prevención
“Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo. La libertad y la justicia deben de ir de la mano para configurar una sociedad que pueda ser libre en su conjunto, no solo para algunos sujetos sino para el total de la sociedad”.
Diego Varela de León*
El año está en su agonía, el solsticio de invierno nos marca el comienzo de la temporada invernal y por ende la época más fría y oscura del año, en el hemisferio norte se marca la noche más larga y el día más corto y pareciera que el sol está a punto de morir y la cruz del sur espera con ansia que el sol ocupe su sitial, un periodo de hibernación, paz, descanso y recarga de energía, son momentos de reflexión e interiorización de las ideas y de las experiencias que nos ha dejado el año que está por concluir, pero también es la puerta de la esperanza de ver renacer con toda su fuerza y vigor al nuevo sol, para la mayoría de las antiguas tradiciones y que hoy en día seguimos manteniendo vivas donde el hombre y la naturaleza son un microcosmos que refleja los principios del macrocosmos o del cielo es nuestra dependencia y relación con el universo y la deidad y se hace patente con los equinoccios y los solsticios, fechas que marcan el cambio de estación y con ello una nueva esperanza que espera ser fecundada por la fe y las acciones de los hombres.
En todas las circunstancias que se nos presentan en la cotidianidad, la vida nos trajo enseñanzas entre alegría, sin sabores y desesperanza, la vida siendo la mejor escuela del hombre que en muchas ocasiones nos enseña enérgicamente e incluso nos sacude fuertemente al final del día nos explica bien. Y recordaba una frase de Albert Camus que asentó y dice que: “Puede que lo que hacemos no traiga siempre la felicidad, pero si no hacemos nada, no habrá felicidad” Y en esta reflexión nos invita al actuar aun y cuando podamos no atinar y equivocarnos pues si no lo intentamos nunca sabremos si podíamos conseguirlo y es además la única forma de alcanzar nuestros sueños y más puros anhelos.
En este sentido y aunado al tema que nos ocupa que es el de la prevención y que una y otra vez he asentado que el tema es multidimensional en las esferas que componen al hombre y que este es quien hace y forma parte de la sociedad en la que nace, crece, se reproduce, construye y destruye y es responsable de todo cuanto pasa o deja de pasar y es en esta reflexión donde nuevamente Albert Camus, a través de los tiempos nos dejó sus enseñanzas que invitan a la meditación y que asentó que: “Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo. La libertad y la justicia deben de ir de la mano para configurar una sociedad que pueda ser libre en su conjunto, no solo para algunos sujetos sino para el total de la sociedad”.
Hoy como sociedad nos tendremos que replantear que estamos haciendo bien y mejorarlo pero también en estos tiempos de reflexión nos es necesario trazar una nueva visión de la prevención social del delito, donde algunos temas por supuesto que no están disociados de la seguridad pública a la que en muchas ocasiones se le ha considerado con una visión lineal o como un fenómeno de naturaleza exclusivamente policiaca, un tema de buenos y malos, el año que está en su agonía nos invita a reflexionar sobre la dimensión y complejidad que el año que termina registro el índice delictivo y que por la visión del pasado de pensar que la seguridad publica era vista de manera cortoplacista, hoy tenemos la imperiosa necesidad y responsabilidad de reconceptualizar los mecanismos para su atención y tratamiento desde un enfoque multifactorial que incluyan aspectos relacionados con la cohesión social, valores orientado a fortalecer núcleos familiarmente sustentables y sostenidos, desigualdad económica, adicciones, desempleo, apología del delito y contracultura, influencia negativa de algunos medios de comunicación que tuercen conceptos y mal informan a la sociedad, relajamiento e indisciplina de las normas sociales, entre otras, de tal suerte que con el nacimiento del nuevo año, las tareas serán arduas pero no imposibles en una reconceptualizacion de seguridad pública por seguridad ciudadana con políticas de prevención orientadas a la solución de problemas de lo general a lo particular, con una activa participación ciudadana, con una profesionalización de los cuerpos policiacos así como de la procuración e impartición de justicias y reinserción social, una atención más humana a las víctimas, un combate sin tregua a la corrupción e impunidad, así como la indiscutible coordinación entre los tres órdenes de gobierno y si, solo si, hacemos la tarea bien, al finalizar el 2023 estaremos en razón de celebrar que la energía del nuevo sol se cristalizó en buena vid.
*Amante de la música, la lectura y el deporte.
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