Hablemos de seguridad… y algo más | Cohesión y solidaridad como medio para prevenir
“Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”
Diego Varela de León
Invariablemente cuando en una comunidad se observa desorganización, desigualdad, falta de unidad, discriminación, falta de participación y violencia entre vecinos, y la consecuente pregunta es, qué se puede hacer para solucionar estas entropías sociales, e indudablemente la respuesta ante tal problemáticas será que se requeriría que todas y todos participen activamente en el fortalecimiento de la cohesión comunitaria, porque presupone el reconocimiento, apoyo y aceptación de los integrantes de una comunidad para poder conseguir la paz, que genera bienestar, armonía y por ende seguridad.
En este sentido retomamos que en algunos esbozos hemos asentado entre otras cosas, que en nuestro estado y por supuesto nuestro país, las comunidades se caracterizan por tener diferentes elementos que sin duda pueden permitir una mejora sustancial en las condiciones de vida y desarrollo de sus miembros, pues el sentido de pertenencia e identidad que tienen las personas y grupos sobre el terruño que los vio nacer o bien que adoptaron como propio pues es el lugar que habitan, y en consecuencia de lo antes asentado ello permite establecer vínculos de solidaridad y consensos sobre su forma de organización y relación entre los integrantes de tal o cual comunidad, igualmente respetan sus intereses individuales y colectivos. Sin embargo, este tipo de características con el tiempo se han ido debilitando poco a poco debido a las asimetrías sociales y crecimiento poblacional que no permiten que las personas cuenten con las mismas condiciones para poder desarrollarse, y por lo tanto impiden establecer un proyecto en común que permita interesarles en la construcción de una comunidad más segura, a partir de un proceso de participación conjunto.
De tal suerte que la cohesión social y comunitaria resulta un medio de suma importancia en el tema de la prevención y seguridad ciudadana y se presenta como una tarea prioritaria para la misma comunidad y por supuesto para las instituciones de los tres órdenes de gobierno, ya que se pueden impulsar acciones encaminadas a reducir esas asimetrías sociales y por ende fortalecer los lazos entre unos y otros, entonces pues los componentes de los proyectos y programas tendrán que estar encaminados a facilitar que las personas tengan mejores condiciones de vida y que puedan alcanzar su máximo potencial en su desarrollo personal y por ende colectivo.
Por ello es importante considerar que dichos proyectos y programas estén orientados a la generación de cohesión social y comunitaria, pues éstos permitirán generar condiciones y factores de protección individual y comunitario ante la violencia, mediante el fortalecimiento de las distintas dimensiones que posibiliten la cohesión social y comunitaria. Así, se generarán espacios armónicos de paz y de convivencia positiva entre los ciudadanos, los cuales evitan que existan personas vulneradas y excluidas. Y no menos importante que lo anterior será el fortalecimiento de los derechos fundamentales que tenemos como miembros de la sociedad, pero también cumplir nuestros deberes sociales, una adecuada cultura de la legalidad, legitimidad, identidad, igualdad, sentido de pertenencia, participación, interacción, relaciones propositivas, reconocimiento y aceptación de la diversidad como elementos indispensables en la construcción de entornos de armonía y paz social libres de cualquier tipo de violencia.