Eurocápsula | Inmortal europeo 6
JOSÉ ORTEGA*
Temperamental, de reacciones imprevistas, caprichoso en ocasiones, pero sobre el terreno de juego que provocaba exclamaciones. Alto, de poderosa zancada, es toda una fuerza de la naturaleza cuando se lanzaba desafiante al ataque con su rubia melena al viento. Es Bernd Shuster, nacido un 22 de diciembre de 1959, formado en el FC Augsburg y descubierto, como otros grandes jugadores, por el maestro Hennes Weisweiler, que poco en poco tiempo lo considero como su padre y mejor amigo y que había estado en el Barcelona y después al Colonia, al que se incorporó Shuster en 1978.
Poco después, este joven alemán, que se paseaba en un lujoso Porsche amarillo, ya era una de las piezas más codiciadas del futbol germano. A los 18 años había debutado con la selección federal alemana en un encuentro contra Irlanda. Pero su gran lanzamiento internacional se produjo con ocasión de la fase final de la Eurocopa de 1980 celebrada en Italia, en la que Alemania conquistó el título. La actuación de Shuster fue tan sobresaliente que ese mismo año ya fue considerado segundo mejor jugador europeo, detrás de su compatriota Rummenigge.
Con motivo de unos problemas surgido entre el Colonia y Shuster, se habló de su posible fichaje por el cosmos de New York, al que entrenaba Weisweiler, que ya había dejado al club Colonia alemán, finalmente y, sin embargo, fue el Barcelona fue quien se hizo de los servicios de Bernd.
La llegada de Shuster supuso el segundo destierro del austriaco Krankl, que cedió al alemán una de las dos plazas de extranjero. La otra la ocupaba el danés Simonsen. No obstante, los primeros pasos de Shuster en el Barcelona, entonces entrenado bajo el mando de Helenio Herrera, no fueron demasiado fáciles, ya que el equipo atravesaba una clara crisis, la temporada, sin embargo, terminó brillantemente para Shuster, que ganó con el Barcelona la copa española.
Al año siguiente, con el alemán Udo Lattek en el banquillo, Shuster se encontró por fin a sí mismo hasta que, promediando la liga, una grave lesión lo separa varios meses del fútbol activo. Posteriormente años más tarde fue fichado por el club acérrimo rival del Barcelona, el Real Madrid.