El sentido del derecho "In actu" | Conmemoración del 203 Aniversario de la Consumación de la Independencia de México

El sentido del derecho "In actu" | Conmemoración del 203 Aniversario de la Consumación de la Independencia de México

¡Muera el mal gobierno!, ¡Viva la autonomía!, ¡Viva Fernando VII!

Oscar Gabriel Campos*

La mayoría de los historiadores coinciden que ese fue el clamor que se escuchó aquella madrugada del 16 de septiembre de 1810 en Dolores. En ese entonces no se pensaba en una independencia, sino en una lucha por la justicia, la dignidad y la apertura política. Con el tiempo, la idea progresista de luchar por un país independiente se materializó en 1813 con el Acta Solemne de la Declaración de Independencia de la América Septentrional proclamada por el Congreso de Anáhuac, la idea de una nación mexicana igualmente quedó plasmada en los textos de Morelos de ese mismo año.

Fue el anhelo que los diputados del Congreso de Chilpancingo tuvieron por la independencia, que aún y sin terminar la guerra, ni ganarla, plasmaron las bases de la conformación política de un nuevo estado, el mexicano-americano, en la Constitución de Apatzingán de 1814. 

Acontecieron más muertes y años en guerra, para retomar la visión de una nación independiente, si bien el punto más álgido de la insurgencia ya había pasado, en el año de 1820, según la historiadora Virginia Guedea, en una primera etapa los masones españoles y su influencia en el restablecimiento del régimen constitucional  de Cádiz de 1812, inspiró a los masones mexicanos y a los radicados en el nuevo continente que desde 1808 clamaban por una autonomía, a retomar la idea de una Nueva Nación independiente, pugnando por la democracia electiva y la autodeterminación de las diputaciones provisionales, aunado a la necesidad de dejar de depender de los vaivenes peninsulares, revitalizaron las ideas independentistas a partir del concilio, la reconciliación, conjunción de múltiples intereses que marcarían la historia de la nueva nación independiente.

El principal actor en verse influenciado por esas ideas fue precisamente uno de los personajes que más tiempo había perseguido y castigado a los precursores de la insurgencia, Agustín de Iturbide (El Dragón de Hierro), militar, alto funcionario criollo. Sin embargo, al proclamar en el Plan de Iguala, promovió la unión de europeos, criollos e indios en una sola Nación, manteniendo la monarquía para sí y estableciendo un imperio como forma de gobierno.

Con los Tratados de Córdoba, firmados por el último jefe político de la Nueva España, el también masón Juan O’Donojú, con los que se establecieron las bases del ejército independentista: el de las Tres Garantías: Religión, Unión e Independencia. Y que al entrar marchando, triunfante sin derramar una sola gota de sangre, un día como hoy de 1821 a la Ciudad de México, se consumó la lucha por la independencia, con términos muy distintos a los iniciados una década antes, como la de una profunda transformación social.

Al día siguiente, el 28 de septiembre, con la promulgación del Acta de Independencia del Imperio Mexicano de parte de la Suprema Junta Provisional Gubernativa. Después de la revuelta popular de 1810, que contó con la participación de todas clases social, así como de todas las castas e indios, nada tuvo que ver con una consumación orquestada y dirigida por un nuevo poder, el militar, que a partir de entonces y hasta la fecha será partícipe de la toma de decisiones gubernamentales, siendo ahora el discurso y el debate de ideas los protagonistas de la pugna por el orden político y social de la nueva nación independiente. 

Finalmente y entendiendo a la historia como el conjunto de procesos de corta, media y larga duración, de un sinfín de hechos, coyunturas y acontecimientos, no con héroes o villanos, ni buenos, ni malos, sino personajes hijos de su tiempo y sus circunstancias, con claroscuros, matices, similitudes y excepcionalidades; así como conmemoramos los días 15 y 16 de septiembre como los del inicio de la guerra de independencia, con igual o mayor júbilo se debería de celebrar los días 27 y 28 de septiembre, pues en esos días el Imperio Mexicano, la nación mexicana, como única, autónoma e independiente se presentó ante la historia del mundo. ¡Viva México!.

“Ubi labor - ibiuber / Donde hay trabajo hay abundancia”.


*Abogado y libre pensador

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