El sentido del derecho “In actu” | 152 aniversario luctuoso del Benemérito de las Américas
“Benito Juárez, una figura controvertida, amado y temido por igual”
Oscar Campos*
“Los Gobiernos Civiles no deben tener religión, porque siendo un deber proteger la libertad que los gobernados tienen de practicar la religión que gusten adoptar, no llamarían fielmente ese deber si fueran sectarios de alguna”. -Juárez.-
El pensamiento liberal, proveniente de la ideología del liberalismo, es la idea de que todos los seres humanos son libres por naturaleza. Esa libertad debe ser al mismo tiempo nuestro límite, es decir, jamás serás completamente libre si buscas someter e imponer al prójimo.
La libertad de las ideas políticas, sociales, culturales, económicas y de creencias, es lo que el Ser Supremo nos ha otorgado a la humanidad para gozar de la vida misma. Pues sería todo tan monótono si todos pensáramos igual, sin embargo, viviríamos en un eterno conflicto si todos pretendiéramos siempre tener la razón por encima de la de los demás.
Los contrastes nos permiten llegar al equilibrio, lo que conocemos como la perfecta justicia, son los buenos argumentos con los que resolveremos los conflictos y se pugnará por alcanzar mejores condiciones sociales.
Juárez nos enseñó con hechos y con palabras. Nos mostró que siempre se puede discernir y disentir, sin embargo, evitar llegar a la violencia, salvo para defender la patria, para impedir la imposición y el sometimiento. Eso jamás nos hará libres.
La libertad de pensamiento es, sin duda, piedra angular del desarrollo de las sociedades logrando un círculo virtuoso entre el buen funcionamiento de la democracia y el desarrollo económico. Prácticas cotidianas de la democracia, las elecciones, la calidad y el desarrollo, cuyo resultado refleja el nivel de libertad que se vive en la sociedad y es a partir de ellos que se describen las relaciones políticas y sociales.
En el marco de la celebración del 152 aniversario luctuoso de Benito Juárez me permito resaltar que desde su natalicio en 1806 en San Pablo Guelatao, Oaxaca hasta su fallecimiento en Palacio Nacional en 1872, -Juárez- tuvo una carrera de rápido ascenso además de vertiginoso, el hombre de raza de bronce, de carne y hueso que corría sangre por sus venas de raíces autóctonas, en la práctica de los principios liberales, desde regidor del Ayuntamiento de Oaxaca, catedrático y rector del Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, diputado en los congresos oaxaqueño y federal, Secretario de Gobierno y Gobernador de su Estado natal, Secretario de Gobernación, Ministro de Justicia, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la máxima magistratura de nuestro país -Presidente Constitucional-.
Donde le toca defender la patria, perseguido, privado de su libertad, desterrado, sin embargo, gracias a su carácter firme e indomable, desde distintos lugares, incluso a bordo de un carruaje, dictando leyes y decretos, apoyado por los generales Ignacio Zaragoza, González Ortega, Porfirio Díaz entre otros, que coadyubaron con las armas para conseguir y asegurar nuestros derechos, en contra de los conservadores que trataron de imponer un segundo Imperio para México, Maximiliano de Habsburgo apoyado por Napoleón III de Francia y por los mexicanos encabezados por los Generales Mejía y Miramón, sin embargo para nuestro contentamiento y satisfacción reinó el principio de la libre autodeterminación de los pueblos.
Gracias a ello, hoy México vive tiempos de transformación y pluralidad política, que con el diálogo y la escucha de quien piensa diferente, privilegiando el respeto entre individuos, procurado la justicia social, ese debe ser la base para la sociedad y el gobierno para construir y conseguir la tan anhelada Paz.
Y si bien, conmemorar la muerte, pudiera parecer una contradicción es precisamente, con la solemnidad de la figura que hoy recordamos, por sus ideas que trascendieron al hombre y se instalan en la psique de todo un pueblo, para todos los tiempos. Eso hizo BENITO JUÁREZ: trascender como un símbolo, un legado que los hombres de su generación, los reformadores, nos heredaron para tener una Patria libre, con orden y progreso. Porque Juárez vive con sus ideales.
“Ubi labor - ibiuber / Donde hay trabajo hay abundancia”