El espectador | "Estar solo"
“si te sientes solo cuando estás solo, estás en mala compañía”
Alex Bravo*
¿Será posible, que él hombre, pueda estar solo hoy en nuestro presente, a diferencia de alguna otra época? La basta comunicación, las redes sociales, las videollamadas, los mensajes de texto, plataformas como zoom y google meet, entre muchas más aplicaciones, hacen que sea ya casi, imposible, estarlo. Lo fácil que es salir en una publicación informativa, en algún meme, en una publicidad de alguna red social, son ejemplo, de cómo es que se nos ha despojado de la vida privada. Ahora, mucho de lo que hacemos, es público. Pero, uno mismo, puede decidir que es público y por eso lo comparte, ahora ¿qué es lo que pasa cuando es otro que lo publica? Bueno; Lo que era privado, deja de serlo. Así de sencillo es que otro, puede arrebatarnos nuestra privacidad.
Las redes sociales, han producido un alto grado de socialización, prácticamente, quien no tiene una cuenta de Facebook, ni usa WhatsApp o no posee un celular moderno, se sentirá incomunicado y será excluido de muchos temas de conversación. Lo que seguramente, optara por seguir así o de unirse a la era digital. La mayoría de las personas en nuestra sociedad, no saben estar a solas consigo mismo, también, les da miedo. Por ende, quien ha tenido un aparato móvil con todas las aplicaciones instaladas en su celular, se aburre y no se sabe qué hacer, cuando se queda sin wifi, sin datos o hasta sin celular, será acaso, ¿qué es fastidioso, cuando se está a solas con uno mismo?
Ahora, aislarse y estar solo, no son lo mismo. Ya Jean Paul Sartre lo dijo alguna vez; “si te sientes solo cuando estás solo, estás en mala compañía”. Uno puede elegir aislarse socialmente y no necesariamente se tiene que sentir solo, puede ser que elige llevar una vida diferente al resto. Aunque, hay personas que pueden sentirse solas, aún pese a tener 5 mil amigos en su cuenta de Meta, o ser el popular de la escuela, o de su trabajo, pero, aun así, llega a sentirse solo, especialmente si sus relaciones no son satisfactorias.
Las redes sociales, y los modos modernos para comunicarnos con otros, tienden a eliminar de las relaciones humanas, toda capacidad de intimar y autenticar. Haciendo que solo tengamos conversaciones en clave y reacciones, abriendo un canal de interpretaciones basta y que hacen difícil poder entablar una relación humana, terminando en algo impersonal. Ya es difícil ver a una persona frente a otra persona, dialogando, conversando, sin que exista un celular que interrumpa el encuentro y la conversación. Es más común verlos distraerse fácilmente por tener que revisar alguna notificación.
La habilidad creativa, la vida privada y la capacidad de estar solo, es algo que se ha perdido desde hace años y conforme más rápido avanza esta era digital, más difícil resulta. Nadie puede ignorar que las “enfermedades neuronales”, se han convertido en el malestar de nuestro tiempo, ya que en palabras de Byung-Chul Han, son “estados patológicos atribuibles a un exceso de positividad”. Y estar solo, no casarse, no tener hijos, elegir no tener un celular moderno, ni compartir la vida privada en redes sociales, es algo negativo, para una sociedad como la nuestra, lo que hace que vivamos en un estado de rendimiento y exceso esfuerzo por la positividad.
Como consecuencia, uno se puede comenzar a experimentar y sentirse solo, abandonado y como si para nadie, fuese visto como es, y si como un objeto o cosa, limitando así sus posibilidades de poder-ser, por un deber-ser.
Hasta la próxima.
F.H.E.