Dialéctica Moral | Crisis
“…el bloque opositor al gobierno de la 4T, quienes parecen seguir empeñados en querer destruir a una persona, que construir un plan de gobierno alterno.”
Pedro Esparza*
Hemos vivido meses caóticos en cuanto a la opinión pública y política respectan. Muchos le llamamos crisis, por lo que atraviesa todo el bloque opositor al gobierno de la 4T, quienes parecen seguir empeñados en querer destruir a una persona, que construir un plan de gobierno alterno.
Huelga decir, la fantasía creada desde redes sociales, en especial Twitter, para expresar sus sentimientos de enojo y frustración, en contra del presidente López Obrador y lo que eso conlleva. En esa burbuja creada por estos tuiteros -en su mayoría panistas-, el país se encuentra al borde del cataclismo dirigido desde las oficinas de Palacio Nacional.
Es, hasta cierto punto sencillo, notar el ego alto de estas personas que en cualquier decisión u opinión del presidente de la república están en contra, que naturalmente es entendible, lo preocupante, es su expresión que brilla por el clasismo que les corre a flor de piel. Aun así, dicen que quién divide y polariza es otro.
Claro que es el rumbo incorrecto. Tener la mayoría en redes sociales, no gana elecciones; a estas alturas del sexenio, deberían tener por lo menos a tres o cuatro aspirantes fuertes, para ser el relevo del jefe del ejecutivo. No hay ninguno relevante.
Del otro lado de la moneda, con sus desaciertos y críticas que se le pueden hacer al presidente AMLO y su gobierno, no parece el apocalipsis del país.
En el riesgo del tipo de cambio, el peso mexicano frente al dólar ha tenido ganancia, su apreciación le ha llevado a ser reconocida como una de las mejores monedas emergentes en el mundo.
El salario mínimo ha tenido un ascenso importante y digno en estos cuatro años de administración. Es un aumento efectivo de un 22 por ciento, alza que no sucedía desde los 80.
La nueva justicia social para los trabajadores, con las vacaciones dignas, que se duplican desde el primer año laborado.
El crecimiento del 4.3 por ciento del PIB en el último año, mediciones que tanto gusta a los tecnócratas. Y el control de la inflación por la guerra Rusia – Ucrania, que ha sido en términos generales, mejor (menor) que la de Estados Unidos.
Todo esto lo pudieron haber hecho en las últimas cuatro décadas, pero tuvieron que esperar para que un gobierno de izquierda diera la lección. ¿Serán las razones del porqué la aceptación de López Obrador no disminuye de los 60 puntos? He aquí las diferencias.
*Analista | paec19@gmail.com
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