Hablemos de seguridad… y algo más | La violencia y sus aristas
“La violencia se ha conceptualizado y enfocado desde distintas disciplinas como la biología, la psicología, el derecho y la criminología…”
Diego Varela de león*
La violencia es un fenómeno que ha estado presente en el devenir de la humanidad, y aun cuando para algunas personas pudiera parecer normal vivir con cierta violencia por tener alguna adicción al sufrimiento, aun y con eso no puede ser normal ni podemos permitir que lo sea, todos los días al leer, oír y observar en los diarios masivos de comunicación, noticias en donde la violencia se hace presente de una u otra forma y que en nuestros días existan hijos que levantan la mano u ofenden a sus propios progenitores, o viceversa padres agredir a sus vástagos, conyugues agrediéndose entre sí y generando entornos violentos.
Abordar el tema de la violencia es un tema por demás profundo donde habrá que hacer un recuento de diversos aspectos tanto estructurales, sociales y culturales, mismos que requieren el abordaje desde diferentes disciplinas, teorías, modelos y enfoques que por supuesto arrojaran las variables que la producen, reproducen y hacen factible su manifestación en contextos y dimensiones que se entretejen entre sí para que exista el ejercicio de cualquier comportamiento violento.
La violencia se ha conceptualizado y enfocado desde distintas disciplinas como la biología, la psicología, el derecho y la criminología y entre algunas definiciones citamos la formulada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), puesto que esta deriva en una tipología que hace explícitos distintos tipos de violencia y facilita observar vínculos entre ellos, el tipo de actor que la ejerce, el tipo de actor que la padece y el tipo de daño causado.
Dicha organización mundial de la salud define a la violencia como: “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona, grupo o comunidad en general, que cause o tenga muchas posibilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. En dicha definición observamos que el ejercicio de la violencia tiene una intencionalidad (uso deliberado), igualmente es un ejercicio de poder y por lo tanto alude a relaciones en las que una persona tiene más poder sobre otra, es decir que existe desigualdad entre ambas, asimismo que puede ejercerse en contra de distintos sujetos: uno mismo, otra persona, un grupo o la comunidad, de igual forma causa o puede causar daños de distintos tipos y por último que se manifiesta en hechos concretos o en amenazas.
La complejidad que reviste hablar del tema de la violencia lo podemos expresar de diferentes maneras, en nuestro país es un tema del cual todos nos tenemos que ocupar, pues gran parte de los problemas que se presentan de manera cotidiana alteran el bienestar de las personas, obstaculiza el desarrollo además de que afecta el ejercicio pleno de los derechos humanos, igualmente dicha violencia provoca mucho dolor, sufrimiento y otras tantas afectaciones en las relaciones con nuestros congéneres.
El problema de la violencia flagela a nuestra sociedad en varias circunstancias de nuestra cotidianidad y se presenta en todas partes, tanto en nuestras comunidades, espacios públicos, centros de trabajo, escuelas, hogares, relaciones de pareja, amigos, vecinos etc. igualmente podemos decir que muchas de las personas que sufren de violencia no la perciben como tal o bien la asumen como un aspecto inherente a nuestra condición de seres humanos y en esta visión la traducimos en una situación normal y por ende esta se invisibiliza y esta se reproduce y se va transmitiendo con patrones vividos y aprendidos de generación en generación, lo que llamamos violencia generacional.
Cuando hablamos de las dimensiones de las violencias nos permite reflexionar y reconocer en primer término que la violencia NO es natural, sino que es producto de las relaciones sociales y por tanto tiene un sentido que se puede transformar. También hace posible comprender que la Violencia no es solo una y no se expresa de manera homogénea, sino que tiene múltiples rostros y sucede en distintos contextos, además que se sostiene en distintas dinámicas y normas sociales, comprender lo anterior nos permitirá el identificar las expresiones de violencia más frecuentes en nuestro entorno y de este modo podremos lograr el diseño y la implementación de estrategias de prevención más efectivas, también nos permitirá comprender que el desafío de transformar las condiciones sociales generadoras de violencia requiere la consolidación del entendimiento y comprensión entre iguales, así como el respeto a los derechos humanos y por supuesto de una efectiva participación entre los tres niveles de gobierno, instituciones académicas, organizaciones de la sociedad civil y de la propia ciudadanía.
*Libre pensador, amante de la música, la lectura y el deporte.