Dialéctica moral | Balance electoral
“Cabe mencionar que uno de los operadores políticos de esta campaña de Alejandra del Moral, es el ex gobernador zacatecano Miguel Alonso, quien se anota un descalabro más en su oscuro y corrupto andar político”
Pedro Esparza Castro*
El pasado domingo 4 de junio, se llevaron a cabo los comicios electorales en el Estado de México y Coahuila, donde se repartieron gubernaturas, en esta jornada se quedó corto el dicho de que “no hay PRI que dure 100 años, ni pueblo que los aguante”; de esta manera, se vislumbran dos escenarios, los cuales son la antesala de lo que se puede vivir en la elección presidencial del año próximo.
En Estado de México, la cohesión y la unidad de las fuerzas políticas, así como una buena candidata, carismática y surgida de las bases populares, además de conocedora del ambiente electoral lleno de vicios fraudulentos, le fue suficiente para vencer a la alianza PRI, PAN y PRD.
La maestra Delfina Gómez se lleva la victoria que se trabajó con antelación y prudencia frente a Alejandra del Moral, quien contaba con toda la maquinaria priísta, bastión poderoso dispuesto a lo imposible para no dejar de gobernar ese estado. Del Moral carga con una derrota histórica que pesa en lo más profundo del PRI, difuminando otra entidad que ahora se pinta de guinda.
El caso de Coahuila, es lo contrario a lo que ocurrió en Estado de México, el desconocimiento del resultado de las encuestas internas de Morena y aliados, postulación de malos candidatos, una división interna, que se reflejó en no conseguir una gubernatura más. Para Morena, una derrota de tal magnitud, con la popularidad del presidente López Obrador y quien es la principal bandera, solo significa lo que ya se mencionó, una pésima organización y nulo oficio político. En contraparte, el dominio que alcanzará ahora el PRI en la Laguna de 100 años, es lo que se hizo de una manera regular, un buen candidato, buena unidad, más toda la fuerza institucional del estado.
Ahora bien, por el capital político y económico que representa el Estado de México, es el tema que se ha tratado estos días, pues significa dejar atrás al grupo priísta más sobresaliente de todo México, −el grupo Atlacomulco−, que dominó con seis gobernadores y llevaron hasta la presidencia a Enrique Peña Nieto. Para el partido tricolor, la derrota de este territorio, es perder la caja chica para cualquier elección.
Aunque el marcador entonces, sea de uno a uno en las fuerzas políticas, no sabe a empate, sino, se saborea una victoria de parte de Morena y su dirigente nacional Mario Delgado, que con las críticas que se merece sigue conquistando posiciones para el movimiento que encabeza el presidente López Obrador, con este triunfo histórico en Estado de México.
Cabe mencionar que uno de los operadores políticos de esta campaña de Alejandra del Moral, es el ex gobernador zacatecano Miguel Alonso, quien se anota un descalabro más en su oscuro y corrupto andar político, de igual manera, el presidente nacional del PRI Alejandro Moreno, fuerte derrota del bastión con más fuerza. Lo mismo para Marko Cortés y el PAN, que no han logrado sumar y su porcentaje de votos cayó en las dos entidades, triste para su militancia, donde seguramente se preguntan si continuar en esa alianza sigue siendo opción. Del PRD en efecto, no hay nada que mencionar.
Hasta la próxima.
*Analista
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