Bibliósfera | Las dos Emilias

Bibliósfera | Las dos Emilias


No es que morir nos duela, sino que vivir nos lastima más. 

                                                                           Emily Dickinson


Mi existencia se resumiría en dos frases: condenación y muerte. 

                                                                               Emily Brontë


Joseangel Rendón*


Fue en 1975 cuando se instituyó por primera vez en el mundo el Día Internacional de la Mujer. Pasaron muchos años antes de que esa merecida tradición fuera celebrada en nuestro país y en provincia. No tuve oportunidad de festejar el “Día de la gran mujer” en honor a mi santa madre que nos dejó en 1993. No era tradición. Pero nunca olvido que juntos leíamos cosas, compartíamos el Kalimán y algunos de mis cómics menos “superheroezcos” (de los que están muy de moda en las pelis de la actualidad). En el recuerdo lejano me queda claro que la vida de la mujer ha cambiado –desgraciadamente no para todas, no en todos los sentidos– que desde la invención de la p*ta rueda a la mujer le ha tocado empujar y al hombre manejar (aplíquese para toda actividad). Gracias a los cada vez más 8-de-marzos, la mujer ha subido poco a poco peldaños que el hombre aun trata de impedirle avanzar. Es difícil ser mujer ahora, pero más difícil lo fue anteriormente y así retro-sucesivamente. En todos los aspectos.

En las artes, en la literatura, la dificultad que enfrentaba una mujer para desarrollarse y triunfar era enorme, a tal grado que, en el siglo XIX y ya entrado el XX las autoras debían usar un seudónimo masculino para poder publicar su obra, sin esperanza de ser reconocidas por su verdadera identidad (así como superhéroes que tienen que ocultarse bajo su máscara), pues no era una actividad para “ellas”.

Las historias que han vivido cientos de mujeres para sobresalir en el género literario son a veces más intensas y dolorosas que las historias publicadas bajo su autoría. Como ejemplo, hablaremos sobre dos mujeres quienes vivieron su acercamiento a la literatura a la par de su vida, no siempre muy grata, ambas llamadas Emily, cada una con una historia diferente vivida durante el siglo XIX.

Emily Brontë (1818-1848) es considerada una de las más importantes escritoras de la literatura inglesa por la novela Cumbres borrascosas (1847), pero ese privilegio no pudo disfrutarlo en vida. Con una infancia y juventud rodeada por problemas de salud, al haber sido internadas en un colegio, donde dos de sus hermanas fallecieran por tuberculosis, la muerte de su madre a temprana edad, hicieron de Emily una mujer de carácter duro, pero que refugió en la literatura toda su imaginación y creatividad. Aunque no corrió con suerte al publicar su obra. 

En 1846, junto a sus hermanas Charlotte y Anne, publicaron un libro de poesía conjunto que solamente vendió un par de copias. En 1847 Emily publicó la novela Cumbres Borrascosas, pero tuvo que ser bajo el seudónimo de Ellis Bell. Emily Brontë murió de tuberculosis un año después, a los 30 años de edad, sin conocer el éxito de su obra. La novela fue considerada inicialmente burda por los críticos, pero al tiempo, se convirtió en fiel representante del alma romántica inglesa.

Emily Dickinson (1830 -1886), por su parte, es considerada, nada menos que junto a Edgar Allan Poe, Ralph Waldo Emerson y Walt Whitman, entre los poetas más importantes de la literatura norteamericana, pero nunca vivió como una escritora. 

Dickinson pasó su vida en casa de sus padres en Amherst, Massachusetts, en el seno de una familia acomodada, dedicada a la política, pero donde su hermano mayor era la base. Al llegar a la mayoría de edad se retiró de la sociedad y empezó a escribir. Durante su vida llegó a escribir 1800 poemas, aunque la mayoría no salió a la luz hasta después de su fallecimiento y el reconocimiento llegó mucho después.

Podemos conocer la vida de ambas Emilys en películas que se han dedicado a ellas, así como una serie de TV: “Las hermanas Brontë” es un filme de la Inglaterra victoriana donde Emily, Charlotte y Anne Brönte muestran un excepcional talento literario. En “Historia de una pasión” podemos ver a la poeta Emily Dickinson, desde su infancia hasta convertirse en la famosa artista reconocida. Además, la serie “Dickinson” narra aventuras durante su juventud, aderezada de su poesía y el ambiente campirano que la rodeó toda su vida.

En nuestros días cada vez mayor número de mujeres publica su obra y es leída alrededor del mundo, pero el camino aún tiene muchos baches para todas ellas.


*Joseangel Rendón escribe desde 1995; recientemente ha publicado los libros Fantastrágico (disponible en Amazon) y Triplicantes, de narrativa, así como Animadversos de poesía.


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