Autonomía económica de las mujeres | Ni una más
“La justicia es un asunto que no debe de tomarse a la ligera, ni de primera mano”
María del Carmen Salinas*
En días anteriores, una desaparición sacudió al país, dicho hecho aconteció en Taxco, Guerrero y fue posterior a que una niña de tan solo 8 años desapareciera después de haber sido invitada a una reunión infantil en la casa de su amiguita. Camila de 8 años acudió con el permiso de su mamá al evento y posteriormente desapareció para después aparecer muerta en un lote baldío con señales de violencia sexual y asfixia. Este asesinato claramente es un hecho violento que ya de por sí es duro de narrar, le sobrevendría la barbarie pues posterior a ser encontrado el cuerpo de Camila, unos pobladores acudieron a la vivienda donde vivían los presuntos culpables del secuestro de Camila.
Posteriormente una horda de pobladores vecinos, amenazaron a las autoridades locales a acudir al vecindario o ellos harían justicia, cuentan algunos a diversos medios locales y nacionales, para que en cuestión de minutos comenzaran a golpear a la mujer presuntamente culpable, hasta el cansancio, la mujer incluso fue bajada de la patrulla donde sería trasladada al ministerio público, causando destrozos con vehículos particulares y la golpiza fue tal que cuando por fin fue llevada a los separos falleció a causa de las lesiones ocasionadas en la vía pública. El ataque a golpes contra la supuesta secuestradora y dos presuntos cómplices fue capturado por los medios de comunicación y personas haciendo dichos videos virales. La mujer murió tras ser auxiliada por elementos de la policía y de la guardia civil. Diversos medios señalan que los manifestantes instaron a las autoridades a actuar y ellos dijeron no contar con la orden de cateo correspondiente por lo que rápidamente y en la euforia colectiva, aquel escenario ya de por si lamentable se volvió inenarrable.
Al día de hoy hay un detenido, José “N” fue detenido el 28 de marzo en el municipio de Taxco de Alarcón por elementos de la policía investigadora ministerial, para luego ser puesto a disposición del juez de control y enjuiciamiento Penal del estado si este lo requiere.
Sin duda este caso es lamentable y muy triste para la sociedad mexicana, pues no se respetaron los protocolos, ni el estado de Derecho que debe prevalecer, ante todo. La justicia es un asunto que no debe de tomarse a la ligera, ni de primera mano. Mi más sentido pésame y condolencias a las familias afectadas por este hecho tan triste. Sin duda, debemos seguir trabajando por construir un mejor país.