Autonomía económica de las mujeres | Los impuestos, una cuestión de género
“La política fiscal no es neutral a las desigualdades pues influye de manera diferente a hombres y mujeres, trabajadoras, consumidoras y muchas más en trabajos informales”
María del Carmen Salinas*
En días pasados, se realizó en Cartagena de Indias, Colombia, la Primera Cumbre Ministerial de Latinoamérica y el Caribe para una tributación global, incluyente, sostenible y equitativa con la presencia de autoridades de los ministerios de Hacienda, Economía y Finanzas de 16 países de la región y representantes de organizaciones internacionales y de la sociedad civil. El tema principal de dicha cumbre fue hablar del sistema de cuidados, o los trabajos de cuidados que realizamos todas las mujeres y que forman del sistema económico de cada uno de estos países y el impacto que tiene en las diferentes sociedades a nivel político, fiscal y económico.
Se promovió una clara y justa política fiscal, donde la evasión deje de ser un problema y se convierta en la manera en que se recauden fondos para poder ser utilizados en promover políticas de género, incluidos los sistemas de cuidados y el trabajo doméstico no remunerado, tema puesto en la mesa de discusión de diferentes países y que sin duda es un tema pendiente en la mesa.
Además, es urgente implementar una política tributaria que redistribuya el ingreso y de al Estado mayores herramientas para cubrir derechos fundamentales, sin duda es un tema polémico porque entonces se estaría criticando que con ello se pueda crear incertidumbre para la inversión privada en México creando inestabilidad, pero lo cierto es que permitiría al Estado tener mejores recursos y herramientas para los diferentes programas sociales y crear algunos otros más.
La política fiscal no es neutral a las desigualdades pues influye de manera diferente a hombres y mujeres, trabajadoras, consumidoras y muchas más en trabajos informales. Los principales desafíos de la política fiscal son los bajos niveles de recaudación, los sesgos de género, la deuda pública, etc.; por lo cual el trabajo no es fácil, pero es sin duda una buena propuesta.
La lucha por una igualdad de género es una lucha inter y multidisciplinaria, que abarque diferentes áreas del gobierno y promueva llegar a reducir la desigualdad de género, todo esto de cara a la agenda 2030 de los objetivos de desarrollo propuestos por la ONU.
El debate está en la mesa, pues la tributación fiscal puede y debe ser inclusiva, equitativa y transparente para promover sociedades más justas, el tema está en recaudar entre quienes más tienen y promover políticas sociales que permitan reducir las desigualdades y crear oportunidades para todos. Enhorabuena por la CEPAL promover el debate sobre cuestiones que nos atañen a todos y todas.
*Tesorera del Senado de la República