Autonomía económica de las mujeres | Amar no es un delito
“Nadie debería ser juzgado por amar a otro en un país que es libre, soberano y democrático”
María del Carmen Salinas Flores*
Cada 28 de junio se celebra en todo el mundo el Día del Orgullo LGBTQ+, una lucha de esta comunidad que sale a la calle en cientos de ciudades del mundo a reivindicar sus derechos. Esta marcha es una celebración, donde se recuerda y conmemora los disturbios que tuvieron lugar en 1969 en el bar de Stonewall Inn de Nueva York y que marcaron el inicio del movimiento LGBTQ+. El Stonewall Inn es un bar situado en el 53 de Christopher Street, en el barrio de Greenwich village de Nueva York. Es famoso porque era uno de los pocos locales en los que se reunían homosexuales y gente de la comunidad.
Este lugar es piedra angular del movimiento LGBTQ+ porque en ese tiempo los gays eran perseguidos y criminalizados por su preferencia sexual, entonces aquel bar era un lugar clandestino donde a menudo entraba la policía y había redadas clandestinas y un 28 de junio hubo detenciones ilegales, donde se negaron a aceptar que los trataran como delincuentes.
La policía perdió el control de la situación y desde entonces esa fecha es el recordatorio que nadie debe ser juzgado por ser diferente o amar a alguien de su mismo género.
Sin duda, hablar de este hecho histórico nos remite a pensar que ha pasado mucho tiempo desde entonces y que, por lo tanto, las personas LGBT, ya no viven este tipo de escenarios o surgen preguntas del tipo, ¿y por qué no hay un día del orgullo heterosexual? Y la respuesta es bastante simple y es porque: ningún heterosexual es discriminado, violentado o se le cierran oportunidades de trabajo y derechos fundamentales solo por ser heterosexual. A alguien gay, sí le pueden seguir discriminando, puede no ser contratado en un nuevo puesto de trabajo por ser homosexual o incluso ser perseguido u hostigado.
Lamentablemente, el día del orgullo seguirá existiendo siempre y cuando haya alguien que haya sido discriminado o violentado, etc.
El mundo y el pensamiento heterosexual o heteronormado nos hace pensar que deberíamos también celebrar un día del orgullo heterosexual, pero tristemente este día es el recordatorio que todavía hay 11 países donde castigan la homosexualidad con pena de muerte. Esto es algo que no puede seguir pasando en pleno siglo XXI.
Debemos promover sociedades más justas, más libres, más respetuosas de las diferencias y que no permitan que nadie sea discriminado. En México, recientemente el Estado de Nuevo León se incorporó como el último de los 32 estados, en aprobar los matrimonios con personas del mismo sexo.
Lo cual nos habla de la apertura del gobierno mexicano por erradicar la violencia hacía este grupo de la población.
Sin duda, estamos en un país que crece en la materia, todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos, sin importar nuestra clase social, color de piel u orientación sexual, por lo que el lema que debemos tener en la mente es: los mismos derechos para todas las personas. Seamos respetuosos hacia las diferencias, recordemos que México incluso es un país muy diverso, donde las diferencias son esos matices que nutren a un país.
Nadie debería ser juzgado por amar a otro en un país que es libre, soberano y democrático.
“Love is love” o amor es amor significa que nadie debería ser condenado a muerte por amar a otro, o quedarse sin empleo por tener una pareja de su mismo sexo, seamos amables y amorosos con todos aquellos que son diferentes y que su lucha es simplemente por ser, por amar y por no ser ni juzgados, ni violentados por ser seres humanos orgullosos de sí mismos.
*Consejera estatal de Morena
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores