Aquelarre | El arduo trabajo de los 100 días de gobierno
¿Qué tanto alcanza a hacer un gobierno en poco más de tres meses? Es mucho lo prometido...
Tanya Ortiz*
Uno de los mayores compromisos que establece un gobernante en cuanto rinde protesta, es empezar con un arduo trabajo que será informado a los 100 días de su gobierno; en nuestro sistema electoral, estas son las fechas en las que varios gobernantes están rindiendo su primer informe y es cuando los gobernados nos enteramos de lo que han hecho.
Pero ¿qué tanto puede hacer un gobierno en este tiempo? Las promesas son muchas y el lapso, muy corto...
En los municipios, cuya administración comenzó el 15 de septiembre, ya se pasaron unos días de los 100 y ninguno -por lo menos de Zacatecas del que nos hayamos dado cuenta de que lo difundieran con bombo y platillo- presumió las actividades hechas durante este lapso.
Considerando que, desde el 14 de septiembre, los gobiernos salientes dejaron cerrada la administración y las cuentas bancarias igual, los cabildos entrantes tuvieron un margen limitado para trabajar, si es que les dejaron con qué, pues varios alcaldes, como Eduardo Duque de Morelos, y Judit Guerrero de la capital, encontraron 50 centavos y 1 peso, respectivamente, en las arcas municipales, para que trabajaran el resto del año, amén de las cuentas pendientes con proveedores.
Panoramas como estos hacen difícil concebir un proyecto de Estado que contemple cumplimiento inmediato de compromisos y promesas de campaña, por lo menos en lo que resta del año, de ahí que la frase trillada de todos es "no hay recurso, pero deja que empiece el año y vemos qué podemos hacer".
Dado que los gobiernos salientes procuran dejar terminadas obras y programas hasta antes del 14 de septiembre -aunque muchos ni terminados los dejan, pero tampoco el recurso para que los que lleguen los concluyan- esos siguientes tres meses poco puede concretarse y siempre y cuando el municipio tenga ingresos propios suficientes para ir haciendo lo que se pueda. Lo primero: garantizar la nómina.
De ahí que en noviembre se haga la proyección financiera de cierre de año para luego ir con Gobierno del Estado a solicitar un adelanto de participaciones, al fin y al cabo que se pueden pagar en cómodas mensualidades y durante el resto del año entrante, dependiendo del préstamo.
Sin duda que la mayor limitante para cumplir compromisos y establecer proyectos en el primer trimestre de una administración es la falta de recurso económico; sin embargo, tampoco hay duda que es mucho el trabajo que se hace para echar a andar la maquinaria de la administración, empezando por la integración de comisiones edilicias; conformación del gabinete; revisión detallada de la información de la entrega-recepción; análisis de la nómina; supervisión del parque vehicular, inmuebles en renta y condiciones de oficinas; adeudos institucionales, plazos de pagos y procesos jurídicos pendientes... ¡uuufff, vaya que hay mucho qué hacer!
En sí, es grande la responsabilidad de nuestros gobernantes y porque quisieron y creyeron tener la capacidad para afrontarla, se postularon. Los electores les dimos el voto de confianza para que administren el Estado, para que nos representen.
Ese es su trabajo y si lo hacen, no hay ningún mérito en el deber cumplido.