Andar las vías | La realidad de una sociedad sin defensa

Andar las vías | La realidad de una sociedad sin defensa

“Mientras la sociedad padece lo que nunca imaginaron, el responsable de la seguridad pasa sin ver; sin sentir la presión del temor del desvalimiento, del recelo”

Luna Morena*

Con preocupación nos seguimos enterado que la problemática delincuencial se sigue extendido sobre estos nortes, dejando su triste marca simplemente donde mejor les acomode. No les importa llevarse entre su coraje a personas que nada tienen que ver con sus venganzas, personas que, por convivir con la familia al aire libre, dejan un momento la ciudad por un relajamiento mejor.  Estás salidas han ido mermando, porque los bandidos acechan a todo el despistado que, olvidando las consecuencias fatales, decide turistear a pesar de los pesares.

Pero no nada más han estropeado esa costumbre social, también han dejado evidencias hasta en pleno centro de las ciudades, al interior de conocidos bares; jardines transitados, avenidas importantes, carreteras; salones de fiestas, campos deportivos. También entre las viviendas, la puerta de una casa, la cochera...en fin.

Viendo tan complicada situación, y lo casi nada que las autoridades han hecho por hacerle frente; las familias empiezan a abstenerse de sus nocturnas convivencias habituales. 

Se pudiera pensar que al salir entre grupos, los bandoleros serían más precavidos para ejercer sus   trastadas; pero con pesadumbre, coraje e impotencia nos ha tocado comprobar que no es así, porque van por todos por igual; dejando en sus andares huérfanos, viudas, novias y padres tristes; con un dolor nada explicable, nada merecido, nada esperado.

El miedo continúa ganando campo, porque ahora los sabemos instalados por las orillas de R. Murguía deteniendo de ida y vuelta todo movimiento terrestre. Ese que sólo el campesino entiende porque de ahí depende su mayor sostenimiento.

Es evidente el desamparo en el que se encuentran cada una de las personas que pueblan las pequeñas comunidades, lo mismo sucede con quienes habitan las ciudades grandes, porque viven con el temor de ser el siguiente en la lista final.

Mientras en estas regiones de intenso frío, la toxicidad permanece acechando; nuestro mandatario dice tener otros datos. Que no hay que creer en los amarillistas que ya no saben que inventar para restarle preferencias a la transformación de su gobierno.

Una respuesta que está muy retirada de la realidad que hoy están viviendo quienes han padecido los atropellos del malo; quienes tienen pleno conocimiento que esto no es amarillismo inventado, que no son notas falsas de quienes están en contra de su manera de trabajar.

Mientras la sociedad padece lo que nunca imaginaron, el responsable de la seguridad pasa sin ver; sin sentir la presión del temor del desvalimiento, del recelo. Circunstancias que explicarían más que bien, aquellos que han perdido a un familiar cercano y muy querido.

Pasan los días y parece que fue ayer cuando el Tío Samuel fue enterado de que su único nieto había sido secuestrado y acribillado por el hampa desalmada, que no aparece entre los datos que deben aparecer.

 

*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.

 

*LAS OPINIONES PLASMADAS EN LAS COLABORACIONES SON RESPONSABILIDAD DE CADA AUTOR, ASÍ COMO SU ESTILO DE ESCRITURA. ECODIARIO ZACATECAS SÓLO ES UNA PLATAFORMA DIGITAL PARA DARLAS A CONOCER A SUS LECTORES.

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