Andar las vías | Una celebración de diez

Andar las vías | Una celebración de diez

“Quién tiene el placer y la bendición de contar con su mamá; cuide mucho de ella, trate de visitarla, de estar con ella; alimente su felicidad, haga que se sienta tranquila, que se sienta amada”

 

LUNA MORENA*

Hace días se mencionaba una fecha bien importante para el comercio por las ventas que este día trae consigo. Siendo una fecha importante para las personas, la lluvia de comerciales, propagandas y anuncios no se hacen esperar, puesto que los comercios a toda costa, buscan vender y a estar en la preferencia del comprador.

Muchos comercios se acomodan al presupuesto del cliente para que pueda sorprender a la mamá, con el regalo deseado, con el regalo que lo hará quedar bien con su progenitora, además del gusto que sentirá la mamá al ver en su presencia el presente tantas veces solicitado.

Uno a otro suceden estos créditos, los cuales no tienen la sencillez que se dice, ni la facilidad como se escribe; de esto los compradores se dan cuenta al pasar los días. Se dan cuenta que la compra que han hecho, la pagarán más de dos veces, por eso la insistencia y la prisa del vendedor.

¿A quién se le ocurre que las financiaciones son de gran ayuda para aquellos que no pueden comprar al contado?

Eso nunca será posible porque el comercio establecido necesita permanecer, necesita crecer y necesita ganar. Es bien importante no caer en esos engaños maquillados de bondadosos y solidarios que nunca serán a favor del deudor, todo lo contrario. El deudor se queda atado por dos años o mas a una cuenta con final a largo plazo.

Así que mientras el fiador gana cobrando los créditos otorgados, el deudor se desespera teniendo que cumplir con ese compromiso que nunca se le dijo con claridad.

Pasa el día de las mamás y otra vez vuelve a pasar y el crédito se continúa cobrando y por lo mismo; ganando.

Bueno, pero eso lo equilibra la felicidad de mamá, al recibir el mejor y el tan inesperado detalle. Todos como los niños, a la edad que tenemos, nos alegra infinitamente el que podamos recibir el regalo que anhelamos y más cuando se ha perdido la ilusión de tenerlo. Por eso cuando se nos hace posible, esa luz que habíamos visto apagarse, nos ponemos de pie con su llegada, para estar a la medida de poder estrenar libre, dueña y feliz, su regalo del 10 de mayo.

Esto ocurre con quienes hacen cualquier adquisición de esta forma. Otros ni se complican la vida, ni el presupuesto y deciden llevarla a comer al lugar de su preferencia. Sabiendo como ese día se saturan los merenderos, existen consanguíneos que optan por llevar comida a su casa para disfrutar en familia, con toda tranquilidad; sin prisa, sin apuro; rodeados del ambiente hogareño, de las charlas que puedan aparecer; mientras saborean aquellos antojitos que aumentan de sabor cuando se disfrutan en familia; aunque ese día la mamá no haya cocinado.

Aunque no lo crean, la jefa de familia siempre agradece que le disminuyan el trabajo, porque preparar una comilona abundante como la de esa fecha, no se hace en minutos; es madrugar para empezar a preparar lo necesario para el banquete, cuidando que nada falte para no andar con las prisas a la hora de hacer ese trabajo. Cualquier comida que ese día pudiera cocinar, es de cansarse por lo delicado de la preparación. Ella agradece, aunque no lo diga, que piensen en ella, que la consideren y no estarle pidiendo lo que para los años que tiene, se volvió difícil y agotador.

Al siguiente día después de tanto movimiento, no queda nada de esa fecha. El vendedor de flores dejó la esquina donde estaba instalado, el que vendía chocolates, almohadas con nombre, suculentas, frazadas, tenis, chanclas, bolsas y un amplio etcétera de bonitos productos. Se cumplió lo que se tenía que cumplir y se volverá a hacer lo mismo el año siguiente.

Por el valor de nuestra mamá, por su valentía y su fortaleza, es alguien que merece los honores todos los días, que merece ser el centro familiar; porque todos los días, su presencia es de un valor incalculable por ser quien es y por ser dueña de una categoría infinita e inimitable.

Quién tiene el placer, la suerte y la bendición de contar con su mamá; cuide mucho de ella, trate de visitarla, de estar con ella; alimente su felicidad, haga que se sienta tranquila, que se sienta amada, que se sienta acompañada y que sepa que es la mejor mamá del mundo.

Porque cuando ella falte, cuando ya no esté presente y nunca vuelva estar, después ya nada será igual, nada...

 

*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.

 

*LAS OPINIONES PLASMADAS EN LAS COLABORACIONES SON RESPONSABILIDAD DE CADA AUTOR, ASÍ COMO SU ESTILO DE ESCRITURA. ECODIARIO ZACATECAS SÓLO ES UNA PLATAFORMA DIGITAL PARA DARLAS A CONOCER A SUS LECTORES.

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