Andar las vías | Un pequeño en tercera base

Andar las vías | Un pequeño en tercera base

“No hay para qué ni por qué quejarse, mejor a disfrutar cada etapa…”

 

Luna Morena*

Con el nacimiento del primer bebé, nacen también los papás primerizos, pero antes de que esto suceda, sobran consejeros experimentados, esos que siempre te dicen que por  ser papás de dos o tres pequeños, ya lo saben todo y viven tratando de orientar a quienes pronto serán padres de un niño, o de una niña. También les aconsejan dormir y descansar lo más que puedan, porque naciendo el crío, se olvida uno de esos ratos de solas y tranquilidad.

Desde luego que es una temporadita que agota, cansa y desvela, pero es el agotamiento, el cansancio, y las desveladas más bellas que en tu existencia podrás tener, recuerda que estas cuidando nada más y nada menos que al primogénito de tu familia; así que no puedes perderte de estas pequeñas agitaciones que irán desapareciendo, en cuanto el pequeño se acostumbre al clima, a vivir y dormir así; ahora entre los brazos de papá y mamá.

No hay para qué ni por qué quejarse, mejor a disfrutar cada etapa con el pequeño o la pequeña; el tiempo pasa tan pronto que vale mucho ser testigos de su crecimiento, de sus cambios y de sus logros, que uno a uno le debemos festejar para que se sienta apoyado por sus papás y sepa que siempre contará con ellos en todo momento.

Atiende sus murmullos, con eso  te dice mucho porque nunca te pierde de vista, al contrario, él mantiene sus ojos limpios escudriñando y analizando tus rasgos tus reacciones para un mejor conocimiento.

Nunca inventes inconvenientes para no estar  en casa, sería perderte  de esa época tan real e irrepetible; que se termina más pronto de lo que imaginas. A esos instantes nunca se debe llegar tarde, ni se les puede poner en pausa para cuando se te ocurra aparecerte. El tiempo no detiene su marcha para esperar a nadie y el niño no puede  quedarse esperando  en tres meses  a que su progenitor lo recuerde y lo procure. Ya cuando acuerdas, el niño está caminando y ni enterado estabas, el niño está creciendo y no tenías conocimiento de esto; siendo necesario hacer una compra de ropa nueva,  porque dejó de quedarle la que días pasados estaba usando.

Esos momentos chiquititos pero de gran calidad y calidez no volverán;  te toca saberlos si es que la mamá o cualquier pariente,  tuvieran a bien comentar y compartir, todos aquellos sentimientos inexplicables, generados por alguien tan genuino, tan pequeñito, tan de mamá; quien al tenerlo entre sus brazos  junto a su corazón, podía permanecer las horas contemplando a quien la había hecho nacer como mamá.

Jamás cambies los cuidados maternos por charlar con los amigos; nada tienen para compararse ni preferirlos. En el momento que dejes de servirlos te abandonan, te olvidan; luego para caerles bien a otros, se la pasan hablando mal de ti. En  la  casa está tu compañera ya fascinada  por  el más importante de la familia a quien ahora de cariñito le nombran  bendición.

Los momentos de presenciar el crecimiento de los bebés se escurren como agua entre las manos, no permitas que se te escapen sin estar ahí. Cuando crezca le podrás contar  sus proezas, sus caídas aprendiendo a caminar,  o si la primera palabra que dijo queriendo empezar a hablar fue: papá,  mamá, o tal vez mencionó la marca de un medio de transporte.

 

Hablemos de seguridad… y algo más | El grito de independencia

Hablemos de seguridad… y algo más | El grito de independencia

Consejos legales | Descubrimiento probatorio en materia penal

Consejos legales | Descubrimiento probatorio en materia penal