Andar las vías | Si están disfrutando cualquiera de sus tres comidas ¡compartan!
ANDAR LAS VÍAS
SI ESTÁN DISFRUTANDO CUALQUIERA DE SUS TRES COMIDAS ¡COMPARTAN!
“Provecho y provechito”
LUNA MORENA*
Cuando el presupuesto nos llega favoreciendo nuestra economía cotidiana, nos damos uno que otro lujo familiarmente, y casi siempre acudimos a algún lugar donde podamos convivir con la familia, además de conversar nuestras ocurrencias de siempre, nuestros planes futuros, los andares en familia, procurando no echar a perder nuestro día estrella.
Los comensales que van de salida, queriendo demostrar una educación brillante, al pasar cerca de nosotros nos dicen: “provecho” o ”provechito”. Como estamos en la pasada de los clientes, todos nos dicen lo mismo, y nosotros respondemos igual: “gracias”.
En nuestro país, contamos con tantos antojitos que no los conocemos todos, pero eso sí, todos tienen ese sabor que los distingue, que los hace atractivos y procurados: el sabor México.
Ese sabor México que nos convierte en los más orgullosos del planeta, con sus eternos antojitos mexicanos, los cuales preparados por nuestras mamás y abuelas saben a lo que deben saber.
Elegir bien el lugar donde los platillos mexicanos hacen clientes barrigones; es querer gastar muy bien nuestro presupuesto, es querer que nuestras charlas familiares, tengan la marca finita de tertulias distinguidas, sin dar cavidad a cualquier inconveniente, que pretenda disolver nuestras charlas con sabor.
Siempre me llamaron la atención las palabras “provecho” y “provechito”. No por como suenan, ni el por qué decirlas, sino por los momentos en qué las gentes las dicen; porque en ocasiones las personas para responder a esta palabra, están comiendo, y pudieran estar con la boca llena de comida, teniendo que responder con señas, o con cualquier sonido parecido al agradecimiento, o simplemente levantando su mano derecha, para demostrar su educación.
El decir: “provecho”, y “provechito” según lo investigado, no nos hace ver como gente educada y con buenos modales, todo lo contrario. De acuerdo a las normas de etiqueta, esto no nos presenta como gente de valores, tampoco como las personas más educadas de la existencia. Todo lo contrario; las normas de la etiqueta que nos hablan de la buena educación nos dicen que esta expresión nunca debemos usarla, ni decirla, puesto que es considerada de bastante mala educación y queriendo quedar bien, solo nos hace resbalarnos.
Modales así, muchas de las veces los imitamos, porque ante nuestros ojos y nuestros oídos se escuchan bonitos, elegantiosos, e inteligentes; además creemos que nos presentan con la importancia requerida ante los encumbrados que son bien vistos por su educación y verbo. Vale no dejarnos llevar por lo que escuchamos, no importa qu nos parezca bonito y todo elogiable. Es importante investigar las expresiones que en nuestra andar las vías vamos escuchando por aquí, y por allá, sin querer, porque nos pueden dejar (como dicen en mi pueblo) “mal parados”, y recordados únicamente por eso. Si de casualidad nos toca compartir nuestra mesa con personas conocidas, o no conocidas y que además ya están disfrutando sus alimentos, lo más recomendable que les debemos decir es: ¡disfruten su comida! o ¡buen apetito! Cuidando que no tengan la boca llena de alimento, porque dificultaría la respuesta que pudieran dar. Quienes a esta hora estén disfrutando de sus sagrados alimentos; disfruten su comida, y si es asado de boda, compartan.
*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.