Andar las vías | Nuestros hijos son nuestra responsabilidad, desde su nacimiento hasta siempre
“El bullying desde la casa, fue llevado a los centros escolares; lugar donde los hijos enemigos, dan rienda suelta a la repulsión que sus progenitores sembraron”
LUNA MORENA*
No recuerdo que en mis tiempos de escuela hubiera esta clase de agresiones entre compañeros. ¿Sería porque considerábamos como autoridad a los profesores y les teníamos mucho respeto? Sucedía también que al no portarnos como el reglamento escolar lo decía, nos esperaba una buena reprimenda por parte del profesor, ya fuera con gritos o con golpes. Eso a los alumnos no les caía bien, porque no era nada agradable que te pusieran frente al grupo, para que todos fueran testigos del castigo que ibas a recibir.
El profesor como autoridad escolar, tenía la libertad de corregir a sus alumnos, sin que esto molestara a los jefes de familia, menos cuando eran testigos de los éxitos de sus niños, que como estudiosos y disciplinados lograban.
No eran muchos los niños desordenados, ni lo hacían cotidianamente. Solo pequeños problemitas que se solucionaban al interior del salón de clases y eso de que “nos vemos a la salida” como avisando la continuidad del pleito en aquélla época, estaba descartado y en su totalidad olvidado. Así que el bullying no viene desde mi generación, además es una palabra que hace poquito me enteré de su significado y los lugares donde más se desata esta guerra muchas de las veces a morir.
Es verdaderamente triste que esto empezara a nacer al interior del seno familiar, por mostrar una actitud tan negativa hacia las personas que no son como ellos y hacérselo saber a sus hijos llenos de coraje y hasta de una forma amenazante. De tal manera que en la mínima oportunidad que el prójimo les facilita, explotan su carga de amargura porque (según ellos) los miraron feo, les envidian la ropa, el color de zapatos y otras ocurrencias que a veces solamente son tonterías.
Con esto terminan salpicando a la familia entera: femeninos y masculinos. Bastando unos minutos para convertirse en los grandes enemigos vecinos; todos queriendo distinguirse como la mejor avanzada comunitaria. Y sucede que donde quiera que puedan caminar, van cargando la contienda para cuando se llegue a ofrecer.
El bullying desde la casa, fue llevado a los centros escolares; lugar donde los hijos enemigos, dan rienda suelta a la repulsión que sus progenitores sembraron. No es cualquier desacuerdo, ni algo que pasó de casualidad; es un choque fuerte, áspero, desbocado, sin límite de tiempo. Quienes únicamente somos espectadores a distancia, nos entristece el descontrol juvenil, el modo de tomar la vida y de andar por ella como si fueran dueños, bienhechores y Juan Camaney.
También nos entristece la indiferencia de los compañeros alumnos y de los educadores, que los vemos haciendo nada por detener la contienda; al contrario, estos problemas que vienen ocurriendo al interior de las aulas, pareciera que son considerados como lo más divertido de la clase; porque los testigos del pleito en este caso los alumnos, plenos de divertimento; sueltan su algarabía apoyando y animando a los protagonistas en turno.
En los centros educativos no es sano que existan, ni que sucedan esta clase de rencillas. Tampoco es sano el sitio de donde se originaron; porque los papás somos los encargados principales de empezar con la educación de nuestros pequeños, antes de que sea demasiado tarde.
*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.
*LAS OPINIONES PLASMADAS EN LAS COLABORACIONES SON RESPONSABILIDAD DE CADA AUTOR, ASÍ COMO SU ESTILO DE ESCRITURA. ECODIARIO ZACATECAS SÓLO ES UNA PLATAFORMA DIGITAL PARA DARLAS A CONOCER A SUS LECTORES.