Andar las vías | Hablando se entiende la gente, o se puede llegar a un acuerdo
“No es nada sencillo lograr una organización sin problemas…”
Luna Morena*
Cada capital con sus municipios, sus comunidades grandes, o pequeñas, tienen sus arraigadas festividades de las cuales es notable el compromiso de celebrarlas siempre en beneficio de la comunidad, y de esa manera también beneficiando a sus habitantes. No es nada sencillo lograr una organización sin problemas, pero tampoco es imposible, pues según dicen por ahí: hablando se entiende la gente según para lo que acuerden. Seguir juntos y trabajar mejor, o terminar la organización y con esto la persistencia de cada una de sus celebraciones.
Hace poco por estos medios fuimos testigos de los desacuerdos entre los actores de Morismas de Bracho, una festividad que cada año tiene su representación llena de coloridos, y de todos esos detalles que hacen de estas conmemoraciones, el atractivo esperado por la comunidad.
Seguramente cuando se empieza a planear la forma de presentar una celebración, surgen las discrepancias entre los organizadores, porque no me digan que desde la primera charla todo es bonito, tranquilo y en santa paz. A veces para no pelear y salir ganando todos, acomodan las cosas parejas, con el mismo valor, y con el mismo nombramiento. Aquí no eran cosas, eran tres muchachas, tres muchachas bonitas, y adineradas. Un perfil conocido por la sociedad, y además aceptado; y lo aceptaban porque tenían con qué responder (los que tenían).
Descendencia bonita, buen trato con la sociedad conveniente, y muy buena posición social, eran tres cualidades requeridas entre las jóvenes para poder participar, porque solamente así le podían hacer frente a sus dos compañeras. Hasta los últimos tiempos del tren de pasajeros, este requisito se siguió respetando; respetándose también la candidata ganadora en el cómputo final. Bueno así se veía, porque desconocemos lo que pasaba cuando se reunían para organizar la coronación.
Antes del último silbatazo del tren, el patronato de la Feria de San Marcos, ante los medios de comunicación, nos presentó a las candidatas a reinas. Ya habían comprobado que las tres bellezas contaran con lo que ya sabíamos todos, por eso estaban ahí. Así que empezaron las fiestas cada fin de semana en la plaza mayor de la ciudad. Cada una contaba con un numeroso comité, que entre calles cruceros, salida de las iglesias; en fin, donde pudieran, y les permitieran, andaban moviendo el vote, para aumentar los votos.
Todo iba bien (según nosotros), en el conteo de los votos, que el público pudimos presenciar en la plaza. Las tres salían parejitas, y como no, con el respaldo que tenían, así hasta yo. De un día para otro se esperaba el anuncio de la ganadora porque al estar tan parejas en los conteos, el triunfo se daría en privado, y al día siguiente se informaría el resultado. Tratándose de la Feria Nacional de San Marcos, no debían salir al aire ningún chismecillo por pequeño que fuera, qué iban a pensar de la gente buena de la ciudad.
No fue al siguiente día cuando anunciaron quien había sido la candidata ganadora, fue más después. Resulta que tendríamos tres reinas, porque las tres se declararon ganadoras. Como nadie acepto haber perdido, y habiendo dinero de por medio; la decisión fue que ese año tendríamos tres reinas de la Feria Nacional de San Marcos. Hablando se entiende la gente (lo dice Mariano de Blas, en su libro: De paso por la vida), pero si hay dinerito de por medio, se entiende uno mejor, sin necesidad de hablar tanto. ¿Apoco no?
*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.