Andar las vías | ¿Drones para que el cielo llueva? Me parece que es retar a dios

“el agua de los mantos acuíferos está por terminarse, en pocos años estos estarán secos”.

Luna Morena*

Ante la sequía que estamos viviendo, es necesario cuidar la poca agua que nos queda pero más conscientes que nunca. Lo que escuchamos en las noticias no es falso: “el agua de los mantos acuíferos está por terminarse, en pocos años estos estarán secos”.

La escases de este líquido tan importante, no solo nos afecta a los humanos, sino toda actividad que se hace sobre la tierra, llámese construcciones, grandes industrias, hospitales, casas de estudios, laboratorios importantes. Así podemos seguir mencionando todo lo que se mantiene en movimiento gracias a la existencia de tan invaluable fluido; y de acabarse para siempre, ¿Qué sucedería con los que dependemos del agua para seguir viviendo? Como dijeran en mi pueblo: “esa pregunta ni se pregunta”.

Aun sabiendo la proximidad de su fin, seguro nos ha tocado presenciar a quienes lavan su carro, el patio de la casa, las banquetas, y hasta al perro, al chorro del agua, sin usar por lo menos un poquito los utensilios que para tales quehaceres fueron inventados. No se te ocurra decirles que no la desperdicien, porque te responden con un cinismo luciferino, perverso, y todo neurótico: a usted que le importa, yo la pago, y ni siquiera un peso le pido. Para no pelear, mejor te tragas el coraje, pero también lo guardas en la memoria, por aquello de que se llegue a ofrecer.

Por favor mundo  insensato,  cuidemos el agua, esa que por lo menos ahora nos llega racionalizada, porque después ni racionalizada, ni regalada, y a lo mejor ni comprada. Tristemente somos culpables de su agotamiento, así que ya empezamos a pagar las consecuencias, porque ahora sabemos lo que se siente pasar por esa tristeza.

Comunidades de diferentes  municipios, ya no  cuentan con este líquido tan esencial para seguir viviendo. Tienen tubería para agua potable, sus pozos, pero sin gota de agua. Las tuberías están secas, los pozos, los manantiales, los arroyos, los perros, los carros, la gente.

En una gran ciudad toda bondad, conformismo, y nunca bien ponderada; su gobierno del cambio, al ver la profunda nostalgia campesina por la falta de huracanes, compró algo parecido a un cañón, pero este era espacial (le habían dicho) con sus necesarios accesorios. Los accesorios eran ruedas de fierro, con plástico grueso para facilitar direccionarlas.

Acompañado por un buen grupo de distinguidos campesinos, llegaron al cerro donde estaba la interesante y servicial adquisición, que en ese momento, un especialista en esos menesteres, se disponía a demostrar el funcionamiento de esta máquina, para tiempos áridos.

Siendo necesario comprobar la actuación de tan carísima compra, hubo que ponerse a trabajar. Claro que el artefacto funcionaba; pero únicamente para arrojar las pequeñas ruedas. Por la velocidad con que eran lanzadas hacia el espacio, se perdían hasta no poder verlas, pero ninguna tocaba el anhelado blanco: el cielo. Así  que el grupo de señores  nunca pudieron ver el siguiente gran milagro.

Después de esa trunca demostración, los distinguidos campesinos, quedaron en espera de la siguiente prueba,  prueba que nunca sucedió.

Ahora, justo en este siglo, pretenden comprar drones a granel, a ver si el cielo, con sus nubarrones  espesos de agua, puede resistir  sus descargas energéticas. Drones que como los que conocemos, serán de ida y vuelta, para que la inversión que se pretende hacer, no asuste a tanto fijado.

Ningún objeto puede garantizar que se desprendan las grandes aguas, porque lo que las detiene es irrompible, justo, dueño. Se ríe de los soñadores solos, que siguen sin arrodillarse a pesar de los  males que no terminan de irse, cuando ya vienen otros.

*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.

**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.