Andar las vías | Aromas de todos los sabores
“La verdad sí que da pena desconocer nuestras fallas en la limpieza…”
Luna Morena*
Más de muchas veces nos han llegado o nos hemos encontrado con cualquier cantidad de diversos olores. Que pueden ser desde los más agradables, como lo son los de las flores, la comida, las frutas, el jabón, los perfumes y hasta los más molestos; que pueden ser los de la basura, el olor a gas, a trapo quemado, el de los pies, las axilas, la bocaracha, el olor a humedad, a cachorro mojado, y muchos más que podemos seguir enlistando ya identificados cuando por casualidad estamos cerca de quien los manifiesta, que hasta podemos ser nosotros y no nos damos cuenta. Sería bueno que nos lo pudieran decir para procurar una mejor higiene; porque seguramente provocamos uno que otro comentario por el aroma bueno o malo que vamos dejando en nuestro caminar, o cuando pasamos saludando a quienes vamos encontrando.
La verdad sí que da pena desconocer nuestras fallas en la limpieza, y si nadie nos lo dice ni siquiera nos enteramos; y es que muchas veces ocurre que cuando uno le dice a una persona que huele mal de alguna parte de su estructura se llega a molestar, lo cual no debe ser, porque debemos entender que lo hace por nuestro bien, para que nos empeñemos en sanar la fetidez que andamos cargando, y esparciendo en nuestro contorno. De no hacerlo evitaran nuestros saludos o nos saludaran con desagrado.
Pero existe una palabra que la refieren mucho las personas mayores de mi pueblo, y creo que muchos de nosotros la hemos escuchado en otros lugares, cuando escuchamos que dicen: huele a choquía, choquiya, o choquio sin señalar ni referirse a una cosa, pero identificando bien ese olor, del cual no existe un objeto determinado por componerse de dos sustancias que se asocian una con la otra. Sin embargo, a pesar de saber e identificar bastante bien los aromas que se afilian con la choquía, no ha sido posible encontrar una interpretación concreta por tratarse de una fetidez ya identificada por su peculiaridad y su despliegue terrenal.
No es tan sencillo poder decir con precisión el significado de esta expresión, pero si identificar los objetos que llegan a emitir este olor tan desagradable y a veces imposible de quitar. La franela con que limpias las gotas de huevo que por un descuida cayeron sobre la estufa. Si esta no está bien lavada huele mal y si limpias otras cosas con ella, vas dejando el olor a choquía por todos lados. Cualquier traste lavado con estropajo o esponja sucia, no podrá oler a limpio ni siquiera a jabón, porque ese hedor dominara mientras se sigan usando los mismos objetos sucios. El lugar dispuesto para las mascotas; no importa que lo laves con cloro, abundante jabón y hasta lo talles con escoba, este olor tan desagradable seguirá presente porque en lugares así no desaparece tan fácil.
Fuera de nuestro país esta palabra se desconoce porque su origen proviene del náhuatl y significa: “hedor de piedra de azufre o cosa así”. La academia Mexicana de la lengua, lo describe como un aroma desagradable que guaran los objetos mal lavados o secados. También puede ser una persona que permanece días sin bañarse, o si la ropa sucia se queda por mucho tiempo en un lugar húmedo haciendo imposible su limpieza, porque por más que laves y laves, el olor a choquía permanecerá; así que se recomienda mejor desecharla. Nada placentero es, que cuando vas a tomar agua, el vaso huele a huevo, o si vas a disfrutar de una comida que te invitaron y el plato a pesar de haberlo lavado, conserva el incómodo olor a pescado. Solo quien tiene memoria olfativa identifica este hedor, que se queda porque no se tiene el conocimiento, ni la manera de desaparecerlo de los utensilios del hogar. Las personas mayores como nuestra abuela y nuestra mamá, conocen la fórmula para desaparecer este mal olor que nunca caerá bien; además son las primeras que te dicen: huele a choquía.
*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.
**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer