Altamiza | Que bonito es ser mujer
“Las amo a todas, incluso a las que no debería amar…”
Eva Gaytán*
Hace unos momentos vi un TikTok de Carla Morrison en el que un sujeto le pide matrimonio a una morra, ambos estaban al frente del escenario y la chica súper feliz dijo que “Simón”. Carla Morrison hizo una pausa para felicitarlos y el público gritaba emocionado.
Hace algunos años un tipillo con el que andaba me pidió matrimonio en el Cuco’s, el entonces DJ puso “Cásate conmigo” de Silvestre Dangond, yo avergonzada hasta la ignominia me salí del lugar, el pedo es que este pinche chaparro del demonio me preguntaba a gritos “¿Sí?”
¡El desgraciado estaba casado y sigue casado el infame!
Hace unos días he tenido la oportunidad de acudir a un grupo que es una red de apoyo bien chida, que me ha servido muchísimo y que me ha ayudado como nunca pensé.
Esta colaboración comienza con historias de matrimonio y sueños maravillosos, pero denme oportunidad , llegaré a otra cosa.
Pensaba mientras veía ese video, recordaba esa pedida estúpida y evocaba el grupo que en ocasiones los sueños de la infancia nos llevan por senderos turbios, como conocer personas horribles (hombres y mujeres) o cruzarnos con seres maravillosos.
En tema de relaciones yo he estado de extremo a extremo, desde los más bellos hasta el peor de los infiernos y hasta hace algunos años seguía con el impulso de encontrar la relación perfecta con una persona con quién pueda caminar estos senderos truculentos y pendejos de la vida.
La última relación me hizo entender que sí se puede y cuando me mandó a chingar mi madre, comprendí que lo mejor que podía hacer era enfocarme en mí, quererme yo y comprender que jamás iba a encontrar en alguien más lo que yo necesitaba.
Esa es la versión veloz, la real es que me andaba suicidando por las calles que agarré la jarra y terminé en atención psiquiátrica durante muuuuchos años (aún sigo).
El punto es que hace unos días caí en cuenta que estando sola estoy mejor, pero ese es mi caso porque soy bien ojete, pero me llena de esperanza saber que hay mujeres hermosas que por circunstancias del destino se topan con sus compañeros de vida y ellos las fortalecen y les tienden la mano cuando estas sienten que van a flaquear.
Somos muchas las que decidimos que la no soledad y el silencio serán nuestros compañeros y quizá sean más las que sueñan con encontrar a su compañero o compañera; solas somos perruchis, unidas somos lo máximo y hay quienes acompañadas son felices.
Cómo quiera que sea las morras somos lo máximo.
Y hoy solo quería decir eso.
Las amo a todas, incluso a las que no debería amar