A q u e l a r r e | Los esfuerzos a cuenta gotas siguen dejando un sabor a sed

A q u e l a r r e | Los esfuerzos a cuenta gotas siguen dejando un sabor a sed


“Definitivamente no podemos decir que no se hace nada en materia de seguridad. Sería injusto.”


Tanya Ortiz*

Como un rayo de luz en medio de la oscuridad llegó la noticia de que las fuerzas militares establecerían una unidad en la región serrana de Jerez, para acompañar a las familias desplazadas por la violencia que quisieran regresar a sus casas.

Fue un gran trago amargo para decenas de familias que se fueron y dejaron todo atrás: sus pertenencias, sus recuerdos, todo. El futuro se veía rodeado de incertidumbre, pues no tenían ni a dónde ir y no sabían cuándo podrían regresar.

Las fuerzas militares, cuestionadas por acompañar a los desplazados a sacar lo poco que pudieran rescatar de sus viviendas luego de ser saqueadas, lo que buscaban era que los civiles no quedaran en medio de la zona de guerra, porque iban dispuestos a sacarlos de las localidades.

En varios de esos operativos hubo incidentes cuando se toparon vehículos con civiles armados, encuentros que derivaron en enfrentamientos a balazos. Heridos y decesos fueron el resultado, todo en pos de la paz tan anhelada para tanta gente desplazada.

Poco a poco la gente ha regresado a sus casas. En las comunidades Palmas Altas, en Sarabia, de las primeras localidades en ser abandonadas, comenzó a escucharse otra vez la actividad en las casas, con la presencia de los militares y la Guardia Nacional rondando las calles de tierra.

A la par, en la Fiscalía General de Justicia del Estado se celebra que de varias carpetas de investigación hayan logrado sentencias o que los policías investigadores hayan detenido a sujetos generadores de violencia. Fichitas pues, que tenían en su historial varios delitos por los cuales habría que aplicarles la ley.

Definitivamente no podemos decir que no se hace nada en materia de seguridad. Sería injusto. Pero esos logros son opacados con los hechos delictivos que se siguen registrando a diario y que siguen lacerando a la población.

Esos esfuerzos a cuenta gotas nos siguen dejando un sabor a sed que difícilmente se quita con el anuncio de algunas aprehensiones o sentencias; con los convoyes de elementos policiacos que vemos en las calles o con los paseos dominicales.

Tampoco llevan esa tranquilidad en las carreteras ni terracerías, cuando sabemos que automovilistas o taxistas son despojados de sus vehículos e incendiados. Son esfuerzos sí, y muy grandes, no podemos demeritarlos, pero esta sed de paz y tranquilidad es mucha todavía y no vemos llegar al oasis para saciarla.

Menos cuando nos enteramos de las agresiones que sufren los elementos de los cuerpos policiacos o militares quienes, en su afán de cumplir con su deber y arrimar ese vaso de agua a la sociedad, resultan lesionados o muertos.

Independientemente de que sean por hechos ligados a su vida personal o por el ejercicio de su labor, enterarse de que matan a un policía y encima le prenden fuego al vehículo que tripulaba, en el que iba también una mujer, como sucedió ayer domingo en Fresnillo, son de las noticias que más desaliento traen.

No obstante, seguimos aferrados a la esperanza. Ver el mundo color gris, no significa que esté carente de color… a veces solo basta limpiar el lente con el que se mire.


*Politóloga, periodista y abogada. Amante de la lluvia, la música y el preticor.


**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.


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