ZACATECAS, UN TERRITORIO CONDENADO A LA VIOLENCIA
Ecodiario
El 27 de junio de 2023, la Secretaría de Turismo y el Gobierno de Zacatecas anunciaron con bombo y platillo el nombramiento del municipio de Villanueva como un Pueblo Mágico más del estado. El argumento central de la designación fue que detonaría la economía de la región centro-sur de la entidad gracias a su amplio bagaje cultural.
Desde la zona arqueológica de La Quemada, hasta el santuario de San Judas Tadeo y la tumba de Flor Silvestre o Antonio Aguilar, el atractivo turístico y "mágico" del municipio se vio opacada con una tragedia que ha acaparado la atención mediática en los últimos días: la desaparición de siete jóvenes de entre 14 y 18 años.
La noche del 24 de septiembre Yobani Acevedo, Gumaro Santacruz, Jesús Rodríguez, Héctor Sauceda, Óscar Rojas, Diego Rodríguez y Jorge Ocon fueron privados de su libertad en el rancho "El Potrerito", según los primeros reportes de autoridades estatales.
Tras horas de incertidumbre y protestas organizadas por familiares y amigos de las víctimas, el pasado miércoles 27 de septiembre se informó que los siete jóvenes fueron localizados cerca de la comunidad de Casa Blanca, seis de ellos sin vida.
Aunque la Fiscalía General del Estado (FGE) se encuentra realizando diligencias para esclarecer lo que pasó en los casi tres días que estuvieron desaparecidos, el caso volvió a avivar el violento panorama que atraviesa el estado de Zacatecas al menos desde 2007.
La condena de la ubicación geográfica
Con una extensión territorial de más de 75 mil kilómetros cuadrados, Zacatecas se localiza en la región centro-norte de la República Mexicana.
Al norte, el estado colinda con Coahuila, Nuevo León y Durango, al occidente con Nayarit, al oriente con San Luis Potosí y al sur con Jalisco y Aguascalientes.
Son precisamente sus límites con esos estados, más su cercanía con Guanajuato, lo que convierte a la región en un punto clave para llegar al norte de México y, por ende, a la frontera de Estados Unidos.
Por territorio zacatecano también cruza la Carretera Federal 45, la cual a su vez forma parte de la Carretera Panamericana, considerada como la más larga del continente al recorrer desde Alaska en el extremo norte de Estados Unidos, hasta la Tierra del Fuego al sur de Argentina.
Por si la magno ruta no fuera suficiente, Zacatecas también está conectada con estados como Colima, Jalisco, Nuevo León y Tamaulipas gracias a la Carretera Federal 54.
Al listado se suman la Carretera Federal 23 -que conecta al estado con Durango, Nayarit y Jalisco- y la 49 que adicionalmente cruza por San Luis Potosí y Chihuahua.
Las rutas de conexión de Zacatecas, sumado a la debilidad institucional de autoridades estatales y municipales, ha hecho del estado el escenario ideal para el tráfico de drogas, armas e incluso migrantes.
El antropólogo de El Colegio Nacional, Claudio Lomnitz, señaló en su curso llamado Zona de Silencio que aunque Zacatecas tiene una ganadería y agricultura rica así como una minería muy importante, turismo y producción de cerveza, "la violencia procede de la economía de los laboratorios de producción de cristal o fentanilo".
“Pasar por Zacatecas no es indispensable para llegar a las diversas regiones productoras en la frontera con los Estados Unidos, sino que se trata de una alternativa entre algunas otras. Para comprender cómo y por qué se convirtió Zacatecas en un territorio estratégicamente indispensable, es necesario combinar las consideraciones respecto a su red de carreteras con otros factores y, para eso, sirve irse a los inicios de la gran violencia zacatecana, es decir, al momento de la invasión realizada por los Zetas”, apuntó el integrante de El Colegio Nacional.
Los grupos delictivos que se disputan el control de Zacatecas
Durante la primera década de los 2000, diversos grupos de la delincuencia organizada en México se reconfiguraron como resultado de la alternancia política y la captura -o asesinato- de sus principales líderes.
Los Zetas surgieron como un brazo armado con conocimientos militares al servicio del Cártel del Golfo, sin embargo, fue precisamente en esta época cuando se independizaron y consolidaron como un cártel con derecho propio.
De acuerdo con el antropólogo Claudio Lomnitz, la guerra que Los Zetas mantuvieron con remanentes del Cártel del Golfo y el naciente Cártel de Sinaloa los orilló a desarrollar una estrategia militar que no había existido antes en la historia del narcotráfico en México.
El poderío que el sanguinario grupo paramilitar adquirió se pontencializó con la ruptura de la alianza del Cártel de Sinaloa y el Cártel de los Beltrán Leyva pues, en su afán de continuar expandiéndose, vieron en Zacatecas un territorio clave no solo para sus actividades del narcotráfico sino también para mantenerse aislados de sus principales enemigos.
"La llamada Cruz Zeta era una línea trazada de este a oeste, que iba de Tampico a Durango, pasando por los estados [...] de San Luis Potosí y Zacatecas, y otra línea de norte a sur, arrancando desde su base en Nuevo Laredo y pasando de nueva cuenta por Zacatecas, es decir, Zacatecas está exactamente en el punto de cruce de estos dos ejes, para entrar a Jalisco hasta llegar a Colima", explicó el integrante de El Colegio Nacional.
El violento avance de Los Zetas en territorio zacatecano marcó los precedentes de la crisis de desapariciones en la entidad desde 2007 pues los casos parecen ir en aumento.
Hasta el 24 de febrero de 2023 en Zacatecas había 3 mil 407 personas desaparecidas y no localizadas, de las cuales más de mil 855 fueron halladas posteriormente, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas. Pese a ello, no se descarta la existencia de un subregistro de desapariciones en el estado.
Desde 2007 y hasta la actualidad el panorama de la delincuencia organizada en el estado se ha reconfigurado nuevamente, pues tras la captura de los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, Los Zetas se fraccionaron en distintas células que, aunque continúan operando, ya no acaparan el poder que una vez tuvieron.
No obstante y como se ha demostrado en otras ocasiones, el surgimiento de otras organizaciones delictivas no se ha hecho esperar y, con ello, la prevalencia de la violencia en la entidad.