SOMOS MÁS LOS POLICÍAS BUENOS QUE LOS MALOS: PATRULLERO

LUISA LEAL

ZACATECAS, ZAC.- Después de salir del Ejército Mexicano, institución a la que se desempeñó casi 10 años, y tratar de ver otra forma de brindarle seguridad a la población, la curiosidad motivó a Juan para dedicarse de tiempo completo a ser policía.

Su travesía por las corporaciones policiacas lo llevó primero a ser policía municipal, luego ministerial –ahora de investigación- y después metropol, pero en todas ha encontrado la satisfacción de ayudar a mucha gente y haber cumplido con su deber.

Desde el año 2007 y hasta la fecha, Juan –nombre ficticio para proteger su identidad- ha aspirado a muchas cosas, comenta, pero principalmente al bienestar de la sociedad, la mejora en la convivencia social y tratar de ayudar a resolver problemas que tiene la gente, no solamente por razones de seguridad, sino también emocionales con apoyo psicológico a través de pláticas “eso es algo de lo que más le da satisfacción a un policía”.

Sin temor a equivocarse, Juan asegura coincidir con sus compañeros policías al decir que de las satisfacciones más grandes que pueden tener es ver las sonrisas de los niños y las gratificaciones de las mamás.

“Los niños todavía admiran a los policías y luego te encuentras señoras en la calle que no te conocen, pero te dan bendiciones, y esas son satisfacciones que no cualquiera las puede tener, solo los que nos dedicamos a este tipo de cosas”, sostuvo.

EL MAYOR RETO, TENER EL EQUIPO ADECUADO

Los retos a los que se enfrentan los elementos policiacos día a día para realizar su trabajo son las deficiencias en los equipos, muchas veces de mala calidad, y no solamente se trata de equipo policiaco, sino de cualquier corporación de seguridad y de rescate.

Considera que quienes se encargan de las compras del equipo, son personas que jamás lo han usado ni lo utilizarán, “no saben qué tan confortante serán unas botas o cuánta comodidad habría un uniforme para todas las horas que nosotros los utilizamos; las patrullas son vehículos gobernados en velocidad y son austeros totalmente. No buscan la mejora, si no cumplir con las adquisiciones”.

“LOS POLICÍAS ESTÁN BIEN PREPARADOS”

Otro reto es que la sociedad está envuelta en diversas corrientes de pensamiento y uno de ellos es que basan su actuar en la defensa de los derechos humanos, “piensan que eso les da derecho a insultar y ofender a los policías, hacer caso omiso a las indicaciones de la ley que nos rige a todos y la obediencia de las leyes es para llevar una mejor relación como sociedad”.

Recuerda que cuando niño, quería ser bombero o militar, “militar ya fui, creo que una rama que lleva las dos cosas, como la milicia y el trabajo honroso de los bomberos, es el de ser policía porque se enfrentan a todo tipo de situaciones desde un gatito que está en un árbol o un perrito que se lastimó, un incendio o una inundación o accidente, a todo eso se enfrenta a un policía”.

“Creo que con eso, he llevado a cabo mi sueño de niño, de ser militar o bombero”, expresó.

El policía aseguró que los policías de Zacatecas están muy bien preparados, “pero, desgraciadamente, los preparan solo en algunas cosas, como marco jurídico, nuevo sistema de justicia penal, derechos humanos… pero no para lo que realmente sucede en la calle, para repeler un ataque de alguien drogado que es agresivo, que se va a los golpes. Ese tipo de cosas no”.

Lo que hacen en el Instituto de Formación Profesional es prepararlos para cuestiones administrativas, como el llenado de actas, el informe policial homologado, registro nacional de detenciones, “pero no cómo lidiar con una persona agresiva; sin embargo, para los infractores de la ley, para hacer prevención del delito, se invierte en gimnasios, pero no para los policías”.

“Luego a los civiles los capacitan para hacer llaves, aprender a golpear, patear… y el policía no. Aparte de que el policía carga hasta 14 kilos de equipo, el delincuente no trae ese peso demás y si lo capacitan para golpear, lógicamente va a ser mucho más rápido. Hace falta invertirle más a la capacitación física del policía”, consideró.

Para el policía, la desconfianza ciudadana no es de a gratis, “no podemos tapar el sol con un dedo. Hay policías buenos y policías malos. Afortunadamente somos más los buenos… esto es como los políticos: hay políticos buenos, pero tampoco todos son malos”.

Reconoció que hay “algo” de corrupción en las corporaciones policiacas “como la hay en cualquier otra dependencia municipal, estatal o federal. Pero los que estamos tratando de hacer cumplir la ley queremos que todo salga mejor. Queremos que sea un mejor municipio, un mejor estado, un mejor país, un mejor mundo, pero desgraciadamente hay corrupción en todos lados, pero reitero, somos más los policías buenos que los malos”.

SER POLICÍA, LA MEJOR PROFESIÓN

Este 2022 que termina, Zacatecas ocupó el primer lugar en asesinatos de policías con más de 60 elementos caídos, varios de ellos en el cumplimiento de su deber y otros, en su descanso. Aun así, Juan cree que trabajar de policía no es el oficio más peligroso del país.

“Depende de la perspectiva con que se vea. Creo que más peligroso es ser bombero porque se enfrentan a muchos peligros día con día. Los que nos dedicamos a esto y tenemos la camiseta puesta lo hacemos por el amor que le tenemos al oficio”.

Sobre la violencia que se vive en la entidad, el policía estimó que no es privativa de Zacatecas, sino de todo el país, “uno como policía trata de impedirla en medida de sus posibilidades y cada quién en la parte que le corresponde, los municipios, el Estado y la Federación”.

“No es tanto la estrategia federal de abrazos, no balazos. Sería otro tipo de estrategia porque vemos que no está funcionando, estamos más violentos que años pasados. Los policías tratamos de hacer lo que nos corresponde, pero no tanto como a los jueces, que son quienes liberan a los detenidos, que aplican sanciones muy bajas que pueden pagar y a veces son hasta de burla. Más bien sería acondicionar las leyes para que haya castigos más severos y que sea mejor el sistema”.

Pese a lo complicado que se pueda ver el panorama para los guardianes del orden, Juan dice que nunca ha pensado dejar de ser policía, al contrario, “creo que cuando hay retos difíciles es cuando más da la motivación para seguirlo siendo. Aparte son más las satisfacciones que los problemas. Me gustaría morir siendo policía”.