RAFAEL PEDROZA HORNEDO, AGRADECIDO CON ZACATECAS

-Oficial del Registro Civil de la capital hace 36 años

Texto y fotos: Tanya Ortiz

ZACTECAS, ZAC.- El porte y elegancia, la afabilidad para brindar un mensaje a las parejas que están por firmar el contrato civil del matrimonio, es el sello distintivo de Rafael Pedroza Hornedo durante los últimos 36 años de su vida, tiempo que ha sigo el oficial del Registro Civil de la capital.

Durante estos años ha visto pasar a generaciones de familias y ha sido testigo del matrimonio de unos, asentado las actas de nacimiento de sus hijos y nietos; también ha visto cómo se han desintegrado familias y de los contrayentes volver a iniciar con otras parejas, con más hijos.

Son 36 años en que ha visto la transformación de la sociedad, de pasar de una familia conservadora a una vanguardista, contemporánea e incluyente.

De ver familias tradicionales, acostumbradas a hacer valer su honra casando a los hijos a edades prematuras, avalado por la ley, y la transformación de esta para salvaguardar los derechos de las niñas, niños y adolescentes.

Ha visto cómo cambia el pensamiento colectivo y dejado de lado el interés por la solidez de un matrimonio y las garantías legales que ofrecen, por “la salida fácil y mejor optan por el divorcio”.

Son miles de familias que ha unido, pero considera que todavía en Guadalupe y Fresnillo, hay más, pues es tan grande el municipio -Fresnillo- que en algunas comunidades apartadas, los delegados fueron nombrados agentes del Registro Civil para que ellos puedan casar y la gente no se tenga que desplazar, algo que no se ha necesitado en Zacatecas.

Cuando se integró al Gobierno Municipal de la capital, en la década de los 80, registraba  cerca de mil matrimonios al año, “ahora son unos 300 al año, esto es muestra de que ya no ven la formalidad del matrimonio para muchas cuestiones legales y prefieren estar en unión libre, sin sustento jurídico y la descendencia tampoco la tiene”.

En contraparte, los divorcios se han incrementado “y más con la facilidad que hay. Antes solo había el divorcio necesario y el voluntario; ahora hay el incausado y el administrativo, sin procurar la solidez de la familia”, expresó el oficial.

Recordó el caso de un interesado en casarse, quien solicitó en varias ocasiones que se le diera cita para celebrar el matrimonio y en cada ocasión cancelaba. Cuando por fin se concretó el acto civil, al término de la ceremonia el novio se le acercó para preguntarle si se podía cancelar, evidencia de que desde un principio estaba inseguro.

Sobre los matrimonios igualitarios, que Pedroza Hornedo optó por no celebrar, dijo que en realidad nunca ha estado en contra y se regodeó de contar con apreciables amigos “con esas preferencias sexuales. Yo respeto, solo pienso que no puede llevarse un matrimonio que no tenga otros fines. Se acepta esa unión, pero no con otro nombre. Como una ley de convivencia”.

SE RETIRA DEL CARGO

“Zacatecas me deja incontables satisfacciones y sobre todo, cientos de amigos, que es lo más valioso”, expresó, al tiempo que explica que ha decidido retirarse del cargo, ya casi a los 90 años de vida.

Ha decidido acogerse al programa Retiro Voluntario que ofrece el Gobierno Municipal a todos los servidores públicos interesados en dejar su trabajo en la administración pública de la capital, con una liquidación conforme a la ley, aunque aún no tiene fecha para dejar la oficina.

Y mientras firma un acta tras otra, comenta que todavía no tiene fecha para dejar ese espacio que ha ocupado durante tantos años, pero ya lo hizo del conocimiento de la administración.

En su memoria´, de envidiable lucidez, quedará haber casado a hijos de gobernadores y funcionarios, “tanta gente de todos los estratos sociales. Parejas que están en unión libre que requieren trámites andan a la carrera casándose para que la pareja tenga derecho”.

“Estoy satisfecho, agradecido con la sociedad zacatecana, por todos esos momentos de agradecimiento, cordialidad, afecto que me han brindado. A todas las parejas que me han brindado el honor de entrar a sus casas de celebrar ese acto tan solemne, me las llevo en el corazón”.

“Ya la gente juzgará, pero yo me he conducido como he considerado, con total probidad”, sentenció.