DIFÍCIL COMPAGINAR EL SERVIR MILITAR CON EL ARTE DE SER MADRE
Texto y foto: Gabriel Rodríguez
GUADALUPE, ZAC.- En la 11 Zona Militar de Guadalupe hay una gran cantidad de mujeres que sirven al Ejército y que también son madres; éste 10 de Mayo es un día para reconocer su doble trabajo, incompatibles en apariencia pero desempeñados siempre con orgullo.
Una de ellas es Marisol Bernal Navarro, teniente oficinista, quien expresó que en su caso, “la vida ha sido un poco más que complicada” porque el ejercicio de las armas es demandante y el tiempo debe ser dividido para poder hacer muchas cosas a la vez.
“No creo que sea sencillo ser militar y además ser mamá, tiene su grado de complejidad porque en ocasiones tenemos hora de entrada pero no de salida”, manifestó.
Bernal Navarro añadió que es madre de un hijo de 14 años pero que él vive en Nogales, Sonora, donde estudia; “claro que lo extraño pero ya vendrá a visitarme en julio cuando concluya su ciclo escolar”.
Ella indicó que el pasado 8 de mayo cumplió años su hijo “pero mi trabajo es para él y por eso le saco partido al área de oficina por todo lo que quiero darle”.
Sin embargo, no deje de perturbarle el hecho de que, de tan lejos y en tiempos tan difíciles para los menores, ella tenga que estar lejos de su hijo, “por eso creo que al respecto hay que tener mucho cuidado”.
Indicó que se puede ejercer cierto grado de control sobre los hijos cuando son menores pero al llegar a la adolescencia, “los jóvenes se ven sometidos a diversos tipos de influencias que en ocasiones suelen ser nocivas para ellos”.
En este momento, su hijo vive con la madre de la militar Bernal Navarro pero ella se siente orgullosa de él porque siempre saca promedios de 9 en todas sus calificaciones.
“Por el momento (su hijo) no sabe si quiere ser militar o no, pero es que está aún muy joven para decidir sobre ese hecho”, indicó.
Para quienes somos militares, la nuestra es una carrera muy bonita, madres y esposas; es algo que nos llena mucho de orgullo por pertenecer al Ejército, porque somos unas guerreras.
El arte de la medicina
En ese mismo camino de las armas y la profesión destaca la presencia de la subteniente enfermera Alejandra Guerrero Cruz.
“Soy madre, esposa y llevo aproximadamente 15 años de servicio en esta profesión con dos hijos de dos y siete años cada uno”, comenta.
Claro que hacerlo en el Ejército es difícil, un poco pesado porque aquí tenemos que estar a disposición de las autoridades el tiempo que sea necesario.
Guerrero Cruz indicó que es feliz cuando llegan los fines de semana que distrae a sus hijos llevándolos al parque para que se diviertan.
Ella trabaja en promedio de las 7 de la mañana a las 14 horas pero en ocasiones se suelen prolongar las cargas de trabajo hasta las 17 horas o bien deben permanecer ahí todo el día.
La enfermera atiende algunas especialidades porque es un hospital pequeño para el caso de ortopedia, cirugía general, pediatría y ginecología pero “es cierto que nos hacen falta algunas especialidades” y solamente atendemos derechohabientes afiliados al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas Mexicanas, en activo y jubilados.
“Creo, modestia aparte, que todas nuestras actividades son mucho de admirar, porque se trata de entregarse a plenitud y de eso me sienta orgullosa por lo que debemos reconocer todo lo que una madre es capaz de hacer por amor”, expresó.