ALEJANDRO ALATORRE, CUANDO LA IMAGINACIÓN SORTEA OBSTÁCULOS
FERNANDO QUIJAS
ZACATECAS, ZAC.- Para el joven cineasta zacatecano Alejandro Alatorre, la exhibición en las principales ciudades del país de su película “Donde duermen los pájaros” no es solo la recompensa a años de trabajo para el impulso de su obra, sino un paso importante en su trayectoria, al demostrar que la falta de recursos para la creación cinematográfica puede ser compensada con imaginación y esfuerzo.
Consciente de las limitaciones por las que atraviesan las producciones cinematográficas independientes fuera de la Ciudad de México ante la falta de financiamiento y apoyo para su realización, así como la “barrera” que representa la ausencia de contactos, los cuales son vitales para lograr la distribución de éstas obras, Alatorre ha sabido esperar durante años para lograr la exhibición de su trabajo alrededor de la República Mexicana.
Como parte de una generación acostumbrada a la proyección de películas en los canales de televisión abierta antes de la era del internet, desde los 16 años despertó en él su interés por la cinematografía, con referencias como “Blade Runner”, de Ridley Scott, y “Japón”, del mexicano Carlos Reygadas, la cual le generó una percepción distinta de cómo retratar a México y su gente, al grado de ser esta cinta el detonante que lo llevaría a estudiar cine.
Es así como en el 2014, Alejandro Alatorre formó parte del Taller Cinematográfico de Mantarraya, una de las plataformas más importantes para la creación fílmica del país, en donde realizó como tesis el cortometraje filmado en el municipio de Fresnillo titulado “Sangre que lleva”, además de producir algunos cortometrajes, así como la ópera prima de Clemente Castor, “Príncipe de Paz”, en la Ciudad de México.
Sin embargo, fue en el 2017 que el joven originario de la capital zacatecana usó su ciudad de origen como escenario y protagonista de su película “Donde duermen los pájaros”, la cual cuenta la travesía de “Leonardo”, quien entabla una “relación nueva y misteriosa con la ciudad en la que vive”, a través de personajes y situaciones que lo llevan a “cuestionarse acerca de lo que significa crecer, madurar, el amor, la libertad y el dejar ir”.
“Para mí era importante, al momento de escribir el guion y de realizar la película, plantear lo que significa la identidad y cómo a las personas, a través de los lugares en los que viven, que transitan, van marcando nuestro imaginario. Y cómo eso también permea hacia los sueños, que es una parte importante de la película: el mundo onírico, ya que pasamos una gran parte de nuestra vida en ese estado de ensoñación”, comentó.
Ahora, tras un largo proceso en la búsqueda de distribuidoras, finalmente fue hasta hace un año y medio que se estableció un acuerdo para su exhibición en la Cineteca Nacional, así como en salas comerciales, tales como Cinemex, en la misma ciudad de Zacatecas, además de su proyección en otras ciudades, como Aguascalientes, Guadalajara, y Monterrey, además de que se tiene contemplada la idea de recorrer cinetecas y foros culturales de toda la República Mexicana.
“Hubo un trabajo de mucho estar picando piedra para lograr los espacios. Son procesos que toman mucho, pero a final de cuentas tenemos la fortuna de que se está exhibiendo, cuando hay muchas películas que no tienen la oportunidad de ser exhibidas, entonces ya es un gran paso para nosotros que pueda exhibirse”, aseguró Alatorre.