Sociedad transparente | Habilidades humanas en la era digital: Un tesoro insustituible

“La comunicación personal, por ejemplo, va más allá de la simple transmisión de información…”

Fabiola Torres Rodríguez*

Hoy, la humanidad vive días que antes sólo se podían imaginar en el cine y la literatura de ciencia ficción: los alcances de la inteligencia artificial están revolucionando casi todos los aspectos de nuestras vidas. Entre “chatbots”, asistentes virtuales, sistemas cada vez más inteligentes, realistas y avanzados, debemos reflexionar sobre la importancia la comunicación personal y las habilidades humanas, aún hoy, insustituibles.

Por supuesto que la inteligencia artificial ha demostrado ser una herramienta poderosa, capaz de realizar tareas complejas de manera eficiente y ello ha implicado para el ser humano una simplificación de procesos en la vida cotidiana. Sin embargo, aún existen cualidades intrínsecamente humanas que ninguna máquina es capaz de replicar y estas son fundamentales para el avance y bienestar de nuestra sociedad.

La comunicación personal, por ejemplo, va más allá de la simple transmisión de información; se compone de una interacción real que involucra emociones, empatía y entendimiento profundo. Cuando conversamos cara a cara no solamente escuchamos palabras, sino que también debemos interpretar gestos, expresiones faciales, tonos de voz y lenguaje corporal. Esta comunicación no verbal es esencial para entender de manera íntegra el mensaje y las intenciones de la persona que nos emite un mensaje. En este rubro, la inteligencia artificial, por más avanzada que sea, carece de la capacidad de percibir y reaccionar a estos matices con la misma profundidad que un ser humano.

La empatía es otra habilidad humana que la inteligencia artificial no puede imitar. La capacidad de ponerse en el lugar del otro, de sentir lo que ellos sienten y responder de manera adecuada y compasiva, es exclusiva de los seres humanos. Esta es esencial en muchos aspectos de la vida, desde el cuidado de la salud hasta la impartición de la educación y las relaciones personales. Por ejemplo, un terapeuta no solo analiza los síntomas de su paciente, sino que también ofrece soporte emocional y comprensión, algo que una tecnología difícilmente puede proporcionar.

La creatividad y la intuición son otras destrezas humanas inigualables. La creatividad implica la capacidad de pensar fuera de lo convencional, de generar ideas originales basadas en el particular contexto y experiencia de un ser humano, e innovar a partir de ahí. La intuición, por otra parte, es esa sensación física que a menudo guía nuestras decisiones más importantes. Estas habilidades provienen de experiencias de vida, emociones y un entendimiento profundo del mundo, aspectos que las máquinas no pueden experimentar ni comprender.

Mucho se ha mencionado que, en el futuro, las grandes empresas e incluso los gobiernos no tendrán más directivos o personal humano, sino que serán herramientas con inteligencia artificial las encargadas de tomar decisiones y brindar atención a la ciudadanía, no obstante, la importancia de la comunicación personal y las habilidades humanas se refleja también en el liderazgo y la colaboración. Un líder efectivo no es aquél que solo toma decisiones basadas en datos y análisis, sino el que también inspira y motiva a su equipo a través de la comunicación efectiva, la empatía y la comprensión de las dinámicas de grupo. Ni hablar de la atención al público, en donde la capacidad de resolver conflictos, trabajar en equipo y fomentar un ambiente positivo es fundamental, lo que hace necesarias las cualidades de un ser humano.

Aunque la inteligencia artificial ofrece innumerables beneficios y ha transformado nuestra forma de vivir y trabajar, no puede reemplazar las habilidades humanas esenciales para la comunicación personal y el entendimiento mutuo. Es imprescindible que no dejemos de desarrollar y hacer crecer nuestras habilidades de empatía, creatividad, intuición y la capacidad de conectar genuinamente con otros, pues son cualidades humanas que debemos valorar y preservar.

Es cierto, vivimos en un mundo cada día más digital, pero es vital recordar y cultivar estas habilidades que, frente al avance exponencial de la inteligencia artificial, nos hacen insustituibles.