Sociedad Transparente | ¡Aguas con las redes abiertas!
“Las redes Wi-Fi abiertas, a pesar de la facilidad que nos proporcionan para conectarnos, carecen de las medidas de seguridad necesarias para proteger nuestros datos…”
Nubia Barrios Escamilla*
Con frecuencia escuchamos que nos encontramos en la era digital, en donde la conectividad es una necesidad cotidiana y en consecuencia la disponibilidad de redes de internet inalámbrico -también llamado Wi-Fi- ha pasado de ser un lujo a una comodidad esperada en lugares públicos, como aeropuertos, cafeterías y centros comerciales.
Según los resultados de la última Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) realizada en 2022, el 93% de la población mexicana utiliza internet y en Zacatecas el porcentaje crece año con año alcanzando ya el 77,7%. Los propios gobiernos han optado por colocar puntos de acceso a internet gratuito en espacios públicos y con ello facilitan la conexión y el acceso a información, servicios e incluso entretenimiento.
Sin embargo, detrás de esa accesibilidad se esconde un peligro latente para nuestra privacidad y seguridad al navegar en línea: Conectar nuestros dispositivos a redes abiertas sin las debidas precauciones puede exponernos a grandes riesgos cibernéticos.
Las redes Wi-Fi abiertas, a pesar de la facilidad que nos proporcionan para conectarnos, carecen de las medidas de seguridad necesarias para proteger nuestros datos mientras ingresamos a sitios web o hacemos uso de aplicaciones conectadas a internet. Para darnos una idea, en estos espacios cualquier persona con conocimientos básicos de tecnología podría interceptar fácilmente el tráfico de datos que fluye a través de la red, lo que incluye contraseñas, información financiera e incluso información sensible que compartimos sin reconsiderar, como fotografías, audios y mensajes de texto. Esto significa que cada vez que nos conectamos a una red pública, nos arriesgamos a dejar nuestros datos al alcance de manos desconocidas.
Los aeropuertos, por ejemplo, son uno de los lugares más frecuentes donde nos encontramos con estas conexiones. La emoción de viajar puede llevarnos a conectarnos para revisar correos electrónicos, actualizar nuestras redes sociales o tal vez ver una película mientras esperamos. Sin embargo, pocas veces somos conscientes del riesgo que corremos al hacerlo, imagine cuando, además, conectamos también los dispositivos de nuestros hijos a estas redes y ampliamos el riesgo. Lo mismo ocurre en cafeterías y plazas, donde la comodidad de navegar por internet mientras trabajamos, disfrutamos de un café o nos relajamos al aire libre puede llegar a opacar los riesgos asociados con la conexión a una red abierta.
No obstante, en esta era digital el uso de internet y la conexión constante se vuelven cada día más imprescindibles, entonces, ¿cómo podemos proteger nuestra privacidad y seguridad mientras disfrutamos de los beneficios que nos aportan estas redes públicas? La respuesta está en la conciencia y la acción proactiva.
En primer lugar, es crucial mantener actualizados nuestros dispositivos y aplicaciones para asegurarnos de tener las últimas medidas de seguridad instaladas. Desactivar la conexión automática a redes wifi y evitar realizar transacciones financieras o ingresar información sensible mientras estamos conectados a redes públicas también son pasos importantes para reducir el riesgo.
Además, activemos la autenticación de dos factores para proteger nuestras cuentas en redes sociales; esto añade una capa adicional de seguridad, incluso si por alguna razón alguien tuviera acceso a nuestras contraseñas. Por supuesto, hay que asegurarnos de que el firewall de nuestros dispositivos esté activado para filtrar el intercambio de datos no deseado y bloquear posibles amenazas mientras estamos conectados a una red pública. Esto proporciona una capa adicional de seguridad para nuestra computadora.
En resumen, mientras que las redes Wi-Fi públicas ofrecen una gran comodidad, no debemos olvidar los peligros que representan para nuestra privacidad y seguridad en línea o la de nuestra familia. Al tomar precauciones simples pero efectivas, podemos disfrutar de la conectividad sin comprometer nuestra seguridad. ¡Aguas con las redes abiertas!
