Seamos claros | Reformas
“Las reformas son necesarias si permiten una adecuación a las condiciones cambiantes de la realidad sin generar excesos o perjuicios”
Edgar Burciaga*
Son más de 107 años desde la creación, en febrero de 1917, momento en que se promulgó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Hasta febrero del presente año, dicho documento ha tenido poco más de 250 reformas. Cabe aclarar que nuestra carta magna contiene 136 artículos. ¿Serán muchos cambios en más de un siglo?
Es recomendable, como cultura general, conocer nuestra forma de organizarnos como sociedad. La Constitución Federal representa ese pacto que todos debemos adoptar en nuestro proceder; es nuestro acuerdo generalizado, nuestro máximo ordenamiento. Los individuos y la colectividad tenemos la obligación de acatar sus disposiciones.
Como máximo ordenamiento, resulta también necesario conocer su estructura y funcionamiento. Ya mencioné que contiene 136 artículos. Se promulgó en 1917 como consecuencia del movimiento de la Revolución Mexicana. Ahora bien, respecto a su funcionamiento y razón de existencia, hay que tener presente que para la convivencia de dos o más individuos se necesitan reglas o acuerdos. Este documento contiene las formas en que debemos convivir en México.
Respecto a los cambios que ha tenido, hay que considerar que este gran pacto fue creado en un contexto y condiciones específicas, y que la realidad de nuestro país cambia constantemente. Por lo tanto, nuestro máximo ordenamiento también ha cambiado. No puedo asegurar que todos los cambios han obedecido a las realidades y necesidades de todos los mexicanos, pero sí es importante señalar que las reformas a la Constitución deben favorecer la adecuación entre la realidad jurídica y la realidad política. Esta adecuación debe permitir una continuidad jurídica del Estado y la sociedad, así como garantizar equilibrios entre las instituciones gubernamentales y evitar abusos.
Para su adopción también es necesario conocer cómo se crea la Constitución. La responsabilidad de su creación le corresponde al Poder Legislativo; en gran parte, la aplicación de la misma corresponde al Poder Ejecutivo, y el Poder Judicial verifica y resuelve los conflictos ante su cumplimiento.
Como sociedad y como individuos, nos resulta conveniente conocer e involucrarnos en los cambios que tiene nuestra carta magna, participar y verificar que los cambios obedezcan a las necesidades de esta realidad tan dinámica y cambiante, y que las intenciones de posibles modificaciones nos permitan una mejor realidad que fortalezca el respeto a los individuos y el equilibrio entre las instituciones.
El involucramiento de la sociedad en el análisis de la realidad, así como en las pretensiones de modificación de las leyes con las cuales convivimos, es importante. Es responsabilidad de todos conocer la Constitución Federal y las posibles necesidades de modificación.
Definitivamente, el involucramiento de la población en el quehacer del gobernante será trascendente en un esquema democrático. Lo anterior evitará falsas percepciones de las actividades de la autoridad. Por el contrario, cuando hay una ciudadanía informada y participativa en los temas importantes del país, la percepción y los fenómenos de corrupción disminuyen.
Cuando hay un mayor número de prácticas democráticas, será menor la corrupción, entendiendo que la democracia no es solo acudir y emitir un voto en un proceso de elección de autoridades; la democracia es el ejercicio del poder que ejerce el pueblo.
Los invito a conocer la Constitución como máximo ordenamiento en México, su estructura y funcionamiento. Las reformas son necesarias si permiten una adecuación a las condiciones cambiantes de la realidad sin generar excesos o perjuicios, toda vez que los excesos y perjuicios generan percepción de corrupción.