Pasión por el deporte | Las tres hipótesis del dolor muscular causado por el ejercicio

Pasión por el deporte | Las tres hipótesis del dolor muscular causado por el ejercicio

“El dolor es la causa de consulta más frecuente de los pacientes con enfermedad músculo esquelética y suele ser la consecuencia de una lesión estructural a dicho nivel”

José Ortega*

Sin duda, el ejercicio físico supone una sobrecarga músculo esquelética evidente, lo cual, al menos a nivel teórico, puede plantear la contrapartida entre beneficio y riesgo de la práctica deportiva en la población en general.

El dolor es la causa de consulta más frecuente de los pacientes con enfermedad músculo esquelética y suele ser la consecuencia de una lesión estructural a dicho nivel (músculos, huesos, articulaciones, nervios, etc).

Ciertas clases de esfuerzos muy intensos están asociados con el dolor de los músculos durante el periodo de ejercicios; éste generalmente se desarrolla algunas horas o días después de la ejecución. Existen tres hipótesis comunes que sirven para explicar el dolor que normalmente ocurre un día o dos después de un ejercicio extenuante: la hipótesis de la acumulación de ácido láctico, la del espasmo muscular y la del desgarro del músculo.

Aquellos que opinan que la acumulación del ácido láctico es el responsable del dolor muscular pueden estar en lo correcto en cuanto al tipo de dolor que ocurre durante el ejercicio, pero no pueden explicar satisfactoriamente cómo el ácido láctico producido durante el ejercicio causa dolor 24-48 horas después, cuando no existe acumulación significativa de éste en el músculo más allá de 15-30 minutos después de finalizado el mismo.

Los que creen en la hipótesis del espasmo muscular, se apoyan en la evidencia electromiografíca de que, bajo ciertas circunstancias, los músculos fatigados pueden fallar en el empeño de relajarse completamente después del ejercicio y que el entrenamiento del músculo reduce la actividad contráctil y el dolor que a ella va asociado.

La tercera hipótesis, que parece algo más atractiva, establece que las terminaciones nerviosas dolorosas son estimuladas por la hinchazón (edema) del tejido muscular, después de desgarros microscópicos de unas pocas fibras musculares o de sus ligamentos del tejido conectivo. Cualquiera que sea el mecanismo exacto responsable del dolor muscular, existen suficientes hechos relacionados con su origen, que son necesarios para minimizar su desarrollo.

Se sabe que el dolor es más fácil que ocurra con movimientos relativamente intensos o de levantamiento brusco o tirones; y ese dolor es más común en aquellos que realizan un programa de ejercicios después de un largo periodo de vida inactiva.

De ahí que un enfoque racional para la iniciación de un programa de actitud física sea comenzar con una actividad extremadamente suave, que no requiera movimientos de envestida o lanzamiento, conducir los periodos de ejercitación solo por 15-20 minutos durante las primeras sesiones y, progresiva y lentamente, aumentar la intensidad y duración de la sesión de ejercicios. Los movimientos “lentos y fáciles” han de ser la regla en esta etapa del mejoramiento físico.

*Escritor e instructor profesional en ciencias aplicadas al futbol. 

Facebook: José Ortega Ramírez

**Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.


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