Pasión por el deporte | Hacia otro estilo de enseñanza en el deporte

Pasión por el deporte | Hacia otro estilo de enseñanza en el deporte

“Con demasiada frecuencia damos a los niños soluciones que recordar, en vez de problemas a resolver”

 

José Ortega*

Hoy los estilos y métodos de enseñanza que se utilizan en casi la totalidad de las distintas escuelas, centros de formación y academias deportivas, tienden a estrangular más la fantasía, la imaginación y la capacidad de creatividad de la niñez, que a estimularlas. A raíz de estas múltiples experiencias nada agradables, propongo la enseñanza del mundo del deporte enfocada principalmente a los aspectos cognoscitivos y de la motivación, modificando el rol del entrenador-formador, los métodos de enseñanza y las competencias anticuadas y obsoletas actuales.

Por encontrase los métodos de enseñanza en constante evolución todas y todos las entrenadores debemos procurar adaptarnos a las nuevas exigencias y evolucionar sin pausa para no quedarnos atrás. Entonces debemos cambiar, fomentando el pensamiento divergente, facilitando la libre expresión del niño/a, quienes demandan cambios y mejoras durante su estancia en las canchas y no seguir repitiendo métodos y formas de instrucción incorrectas.

Los entrenadores contemporáneos debemos ser capaces de hacer cosas nuevas y aplicar otro estilo de enseñanza, convirtiéndonos en creadores, planificadores, observadores, quienes alentemos a la niñez a avanzar y superarse así mismos, en lugar de seguir solo dando instrucciones. La enseñanza basada por años en el método analítico fuera de la realidad deportiva de cada disciplina y de un estilo de enseñanza mediante el mando directo, que no han permitido la activa participación del niño/a, tiene que ser sustituida por una enseñanza indirecta y global de planteamiento de problemas, desarrollando la capacidad de pensar, de reunir datos, de evaluar y organizar la información, de recordar soluciones, de proyectar, de imaginar, inventar y crear. Entonces pues, sin duda, la niñez reclama ser más estimulada que instruida.

Por ello, hace falta involucrar mucho más a los niños/as en el proceso de enseñanza-aprendizaje para conseguir deportistas más inteligentes, completos e independientes en un mediano y largo plazo. El auténtico entrenador contemporáneo debe enfocarse suscitar ideas y abrir la mente de sus alumnos para que éstos las mejoren y tengan la posibilidad de generar nuevas ideas y respuestas tácticas durante sus entrenamientos y sus competencias. Para conseguirlo, es imprescindible que cada entrenador aprenda a preguntar a sus alumnos durante los entrenamientos en lugar de dar instrucciones. Así convierte a sus alumnos en personas activas, que participan en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Enseñar cualquier disciplina deportiva, por medio de preguntas, obliga al niño/a, a pensar, a examinar, a juzgar a mirar y evaluar. Instruyendo de forma actual, no estimulamos ninguno de estos procesos que invitan a la pasividad y monotonía lo que como entrenadores debemos siempre evitar.

Con demasiada frecuencia damos a los niños soluciones que recordar, en vez de problemas a resolver.

En vez de enseñar a mis alumnos todo lo que sé, debo procurar despertar el potencial dormido en ellos, llevándolos más allá de sus propias limitaciones.


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