Pasión por el deporte | Deporte infantil. Valores humanos y fair play

Pasión por el deporte | Deporte infantil. Valores humanos y fair play

“Con lo que nací, crecí y me ha dado la oportunidad de ser”

José Ortega

Quienes estamos inmiscuidos en el deporte infantil sin duda debemos asumir parte de responsabilidad en el desarrollo de los valores humanos y propiciar el fair play en la niñez. Sin embargo, más allá de la realidad, no cumplimos con este cometido, el deporte además de que posee enormes implicaciones sociales forma uno de los medios educativos más vividos y potentes para la niñez.

El mundo del deporte infantil es un fértil campo de adiestramiento de valores, siempre y cuando sea utilizado correctamente. ¿Pero cómo se logra esto, para que el deporte infantil conserve su carácter educativo?, pues significa no conceder una importancia desmesurada al resultado inmediato y a otras de sus finalidades colaterales, como son, la victoria, el dinero, la política, el comercialismo y el fanatismo. Ciertamente, uno de los valores de la rivalidad y la competencia deportiva en los niños, es el esfuerzo y el desafió que éstas plantean, sin embargo, los entrenadores, padres de familia y los organizadores, nos enfrentamos al dilema de cómo evitar que la niñez luchen y se superen deportivamente sin inducirlos a una forma de rivalidad en la que la degradación del oponente y la idea de que la victoria y el resultado es lo único que importa, se convierta en las cuestiones primordiales.

Con lo expuesto hasta aquí, sabemos de la capacidad formativa que el deporte contiene, de su poder socializador y su aportación a cimentar los valores humanos en la niñez; pero cuando se habla de valores relacionados con el deporte, implica y entra en juego el “fair play” (juego limpio), que es una noción ligada a un valor humano fundamental, la justicia, sin la cual ninguna sociedad y menos aun ningún deporte civilizado podría existir. ¿Pero que es el fair play? Es el respeto por las reglas de juego decididas y fijadas, un comportamiento generoso que no es obligatorio y que no forma parte de las reglas.

La amenaza contra este valor fundamental del deporte de los niños aumenta cada vez más frecuente a causa de la búsqueda de la victoria a cualquier precio. Si deseamos que el deporte sobreviva como una forma valida de actividad humana integra, tenemos que entender que además de las reglas, existe un espíritu de acuerdo con el cual debe realizarse su practica. La preocupación por la victoria invita cada vez más a madres y padres de familia sin excluir a los entrenadores a incitar a los niños a violar los reglamentos por el logro inmediato de una victoria o un campeonato.

“Se ha creado el peligroso mito de que él auténtico valor del deporte consiste en ganar”.


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