Pasión por el deporte | Control de la carga de entrenamiento

Pasión por el deporte | Control de la carga de entrenamiento

“No existe un único parámetro que logre medir tanto las respuestas a nivel central como a nivel periférico del organismo. Lo más certero sería la utilización de varios al mismo tiempo”

José Ortega*

La cuantificación de la carga de entrenamiento es de suma importancia si se pretende analizar y establecer relaciones de causa-efecto entre el trabajo realizado y las adaptaciones fisiológicas provocadas en los entrenamientos por los deportistas que entrenamos. Entre los más utilizados podemos resaltar el índice de esfuerzo percibido, la frecuencia cardiaca y la producción de potencia.

Comprender la respuesta del organismo de cualquier deportista ante una determinada carga de trabajo resulta fundamental para poder encauzar el proceso de entrenamiento en función de cada etapa de preparación. Luego de estudiar los anteriormente parámetros de control citados, llegó a la conclusión de que no existe un único parámetro que logre medir tanto las respuestas a nivel central como a nivel periférico del organismo ante una carga de trabajo determinada. Lo más certero sería la utilización de varios al mismo tiempo.

CARGA DE ENTRENAMIENTO

El estímulo o carga de entrenamiento se describe mediante la combinación de tres variables: volumen, frecuencia e intensidad. Estas tres variables actúan en forma conjunta provocando una respuesta en el organismo, la cual repercute sobre el rendimiento deportivo. Podemos afirmar que el objetivo de la carga es inducir modificaciones a nivel orgánico, provocando diferentes niveles de estrés que deben estar cuidadosamente calibrados. A continuación, vamos a realizar una breve descripción de los componentes de la carga relacionados directamente con el deporte.

Volumen

Tradicionalmente este componente ha sido relacionado con la cantidad de series, repeticiones o con el número de horas de entrenamiento. Al momento de establecer una diferencia en la elección de cualquiera de ellos podemos afirmar como ejemplo que no conlleva el mismo gasto energético la realización de una determinada cantidad de horas que de kilómetros. 

50 kilómetros serán siempre 50 kilómetros, pero no resulta igual completar cincuenta kilómetros en terreno llano que en terreno con una altimetría variable. El estrés provocado por la velocidad del viento (a favor o en contra) o el desnivel del terreno varía el nivel de producción de potencia que deberá aplicar un maratonista o un ciclista y con ello el costo energético para completar el trabajo; por consiguiente, también variará la duración de la sesión de entrenamiento. En los deportes cíclicos (de resistencia), el tiempo sería más importante que la distancia, no es solo intenso-dependiente sino también tiempo-dependiente. En el marco de las competencias quien logre realizar un recorrido en menos tiempo será el ganador de la prueba. 

Frecuencia

Esta variable hace referencia al número de veces que se repite un estímulo o carga. Tanto en la sesión como en el microciclo o en el mesociclo de entrenamiento de un determinado deportista. La frecuencia y el volumen guardan una estrecha relación, ya que el segundo puede aumentar o disminuir mediante la variación de la primera.

Intensidad

Se puede definir a la intensidad como una variable que mide la cantidad de energía gastada por minuto para realizar una tarea determinada (kj/min). A la intensidad del ejercicio podemos expresarla en términos de porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima, consumo de oxígeno, concentraciones de lactato sanguíneo, producción de potencia o percepción del esfuerzo. Resulta complejo medir el gasto energético en el campo, es aconsejable entonces optar por alguna variable que guarde una estrecha relación con el gasto de energía y sea fácil de monitorear. 


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