Los misterios de la existencia | Sentido existencial
“¿Cuál es el sentido en la vida?”
Alejandro Bravo Pérez*
No sentir que se posee un sentido en la vida, puede provocar que se experimente como una carga muy pesada sobre la espalda. Mirar que otros consiguen, concretan y logran obtener sus sueños, desmotiva a quien no ha tenido el camino realizable, desmoralizando a quien no ha podido encontrar el sentido a lo que hace. Sin la capacidad de sentir que se tiene un sentido, no se puede aspirar más que a una vida de dudas y miedos.
El ser humano tiene como impulso propio a moverse, basta con mirar un recién nacido, aunque está en brazos de su madre, mueve sus pies, sus manos, sus ojos, el mundo que le rodea, se convierte en un principio en un lugar extraño, pero conforme más se va relacionando con su nuevo entorno, comienza a mirarlo como muy pequeño, por lo que emprende una búsqueda de nuevos caminos.
El infante, cuando empieza a gatear, se mueve por todas partes para poder reconocer, tocar, indagar lo que pueda con su pequeño cuerpo. Siendo ya un niño, lo hace ahora caminando, corriendo, hasta inmóvil puede estar, y sigue con sutileza su medio ambiente.
Pero conforme el ser humano está creciendo, lo hace también con su nivel de conciencia, así que de pronto se descubre a una edad, haciéndose preguntas que no pueden tener una respuesta, formulando teorías e ideas, que pueden llegar a conspirar consigo mismo.
Si el ser humano, hiciera más caso a su sentir y desde eso que siente le otorga un sentido propio, en lugar de buscarlo o pedirlo a alguna fuerza sobrenatural, seguramente encontraríamos un mundo diferente. Albert Camus (filósofo Existencial) propuso que el sentido de la vida es uno de los cuestionamientos más apremiantes para el ser humano. En cuanto el hombre es capaz de formular preguntas, comienza a pensar con mucha seriedad sobre las cosas que le rodean, por lo que es inevitable que de pronto, se manifieste a sí mismo con la subsiguiente pregunta ¿Cuál es el sentido en la vida? Llevándolo inevitablemente a tener que dar una respuesta.
Muchos adolescentes y jóvenes por eso abandonan sus estudios, porque se condenan a sí mismos, por no ser capaces de encontrarle un sentido a lo que hacen, a su vida, a sus carreras, a lo que sea que deseen emprender. Es entonces, que chocan y generan dilemas tan complejos que les arrebatan primero el sueño y después su tranquilidad, porque de pronto tienen una lucha con lo que sus padres les dicen que tienen que hacer, con lo que escuchan a su alrededor, con todo lo que les exigen que deben ser consigo mismo, y entonces de pronto no son capaces de responderse ¿quién soy? Y ¿qué quiero ser?
El solo hecho de otorgar el sentido propio a nuestra existencia, puede dar pauta a una manera diferente de confrontar todas las dificultades que la vida pueda ofrecer. En palabras de Pascal: “Por esta pasión uno se eleva y se vuelve todo grandeza”.
La creación de un sentido propio de la existencia, implica y exige, no la anulación de esos dilemas, sino primero aceptar que no se busca el sentido a la vida, porque es uno mismo quien lo puede quedar. Es solo el ser humano, el creador de su propio sentido existencial.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com