Los misterios de la existencia | ¿Qué es lo que sienten?
“Enojo e ira contenida”
Alejandro Bravo Pérez*
En alguna una caseta de un fraccionamiento de lujo, un chico se baja de su motoneta para golpear a otro joven que estaba como guardia de seguridad, le propina varios golpes que incluso lo termina arrojando de una puerta a otra.
La noticia se hizo viral, que, al poco tiempo, se compartió un video en donde la madre de este chico, propina también varios golpes a otra mujer, amenazándola y al mismo espacio, suben otro video, pero ahora del padre, quien grita y amenaza a otro guardia de seguridad ¿qué está pasando en esta familia, que comparten el mismo modo de respuesta agresivo? ¿Qué es lo que le daba valor al hijo de esta pareja, para amedrentar a otro? ¿Es un reflejo de lo que aprendieron mirando a sus padres? O ¿Acaso cuando el chico grita, es su padre y madre gritándole a él? Además ¿Cómo es su vivir de estas tres personas en casa, con gritos, con golpes, con amenazas? Y si es así ¿cómo se experimentan en su día a día, gritándose, pasando uno sobre el otro?
Echar un vistazo estos sucesos en las noticias, me hace querer detenerme, obligarme a hacer una pausa, analizar todo ese enojo e ira contenida, y que cuando agreden a un semejante, parece que solo miran un depósito con quien puedan desquitarse y vaciar todo eso que sienten, pero ¿Qué es lo que sienten?
Quizás en el fondo, todos somos una menor o mayor parte de lo que estas personas son, una masa de ira contenida que se mueve por el mundo, solo que algunos la guardan y almacenan tanto tiempo, que cuando ya no hay espacio donde almacenarla, simplemente explotan. Y otros más, que como quien dice en la Vox populi; son “chicaqueditos”, es decir, que poco a poco van depositando su enojo en otros.
¿Cuál es la razón que los domina, que ve, que instrumenta a esos hombres, a esa mujer a ser una masa humana de odio, de enojo, de ira y de agresividad? Ese hombre joven, que golpea a otro joven, no lo golpea porque le nació de la nada esa respuesta, por el contrario, me imagino a un niño, aprendiendo mientras mira a su padre golpear a su madre o el mismo padre golpeando a su hijo, o mirar a su madre golpeando a su padre, o la madre golpeando al hijo, convirtiéndose así en una especie de respuesta automática ante eventos y sucesos que lo hacen sentirse frustrado.
Y no estoy diciendo que esta sea la razón de porque ellos son así de violentos, solo, lo escribo como posibilidad, porque este fenómeno no es solo un problema en esas tres personas que se ven afectadas, más bien, ocurre todo el tiempo en una sociedad como la nuestra.
El crimen organizado lo hace constantemente con los que desea, el maleante y ladrón, violador o abusador, es su pan de cada día y hasta en las familias, en los trabajos, en el tráfico, en las escuelas, ocurre.
Parece que nuestra sociedad se está convirtiendo en una masa humana violenta y estas noticias, que se ven ya todos los días, son el reflejo del mundo en que estamos viviendo. Aún así, que no se quiera ver, ni aceptar como un hecho. Esa es ya otra situación.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.