Los misterios de la existencia | Proyecto social
“¿Para cuándo los hijos?”
Alejandro Bravo Pérez*
Cuando uno es pequeño, ya sea en la escuela o en el núcleo familiar, se le señala que debe terminar una carrera, encontrar un empleo con seguro y prestaciones, comprar una casa, un coche, casarse, tener hijos, educarlos y criarlos. Lo sugieren como el proyecto de vida a seguir y quien no cumple con cada requisito, prácticamente, fracasa en el proyecto social.
Por algo es común que se escuche decirle al hijo o hija que es mayor de 30 años: “Ya te estás quedando”, “¿Para cuándo los hijos?” “Te vamos a tener que rifar, a ver si así sales” y la lista de comentarios puede continuar, porque el reproche de quienes esperan que, como ellos, el otro cumpla con ese proyecto social, existirá.
Para la mirada existencial, el ser humano habita continuamente inmerso en una serie de actividades cotidianas que abren o cierran posibilidades, conforme se va o no tomando una decisión. El tiempo pasa, no se detiene, por mucho que se opta hacer una pausa, antes de tener que elegir o renunciar, el mundo y sus acontecimientos, no lo hace.
El anhelo de ver realizado ese proyecto social, puede convertirse en una trampa, porque de repente se convierte en metas que cuando se alcanzan, se puede experimentar una sensación de vacío o pérdida de sentido vital. La prisa por ver cumplidos todos estos objetivos, hacen que uno pueda sentir que está teniendo una carrera en contra del reloj cronológico y que la va perdiendo.
Es entonces, que se obtiene encontrar a un joven con severas crisis nerviosas, porque no sabe que estudiar ni a que dedicarse cuando salga de su preparatoria, una madre de familia que se siente culpable por tener sentimientos negativos hacia sus hijos y el hogar, que, aunque dice que lo tiene todo, no se siente feliz o también un hombre, que, aunque posee lo que alguna vez soñó, se siente insatisfecho, con un hueco en el estómago, confrontándose cada mañana y noche consigo mismo, poseyendo una crisis de identidad, por lo que en un arrebato desesperado, opta por abandonarlo todo.
¿Cómo es que ocurre todo esto? bueno, la carrera de querer llegar a ser alguien, se puede convertir de pronto en un involucramiento en el proyecto de otras personas, alejándose del propio proyecto existencial, acabando siendo, un objeto y hasta una cosa, para los ojos de los demás. Esto se puede resumir en las palabras de Blake: “creo mi propio proyecto o seré esclavo del proyecto de los demás”.
Vivir bajo los términos que otros dicen que debemos vivir, puede convertirse en una tragedia, cuando de forma irreflexiva se adentra uno a una serie de compromisos sociales que les atan a otros, sin primero haber tenido la oportunidad de estar para sí mismo.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como terapeuta existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com