Los misterios de la existencia | La indefensión aprendida
“Comportarse” de forma pasiva”
Alejandro Bravo Pérez*
Jorge Bucay es uno de mis escritores favoritos, y hace poco leí que cuando él era niño, le gustaba mirar todo tipo de animales, siendo uno de sus pasatiempos preferidos, ir al circo.
De entre todo lo que se puede encontrar en un lugar de atracciones como ese, Bucay se sintió intrigado por el animal más grande, un elefante. Un espécimen que, por su complexión y fuerza, podía por sí mismo irse del lugar, destruir todo lo que se encuentre y aplastar lo que se atraviese en su camino.
Pero, curiosamente, el elefante, al mirarlo, estaba parado en un solo sitio, amarrado a una cuerda en una estaca y sin intenciones de moverse. Bucay, al verlo, se cuestionó ¿por qué no se mueve de ese lugar? Y pensó ¿qué tan fuerte tenía que estar enterrada esa estaca, para poder contener a ese gran animal?
Bucay con el paso de los años, encontró a una persona con mucho conocimiento, por lo que le contó lo que miro y después, lo cuestiono ¿por qué, con todo ese tamaño y fuerza que poseía el elefante, no se movía de su lugar?
El hombre sabio le responderá a Bucay que esto es porque cuando el elefante era pequeño, lo ataban a la misma estaca y con la misma cuerda, solo que no era tan fuerte como lo es siendo un adulto, y sus intentos por escapar, se veían frustrados por su nula fuerza para hacerlo. Aunque ese elefante, ya no era un pequeño, y poseía una fuerza increíble, no se movía, porque estaba ahora encadenado a un grillete invisible.
A este fenómeno, lo entenderemos como la Indefensión Aprendida.
La indefensión aprendida, es también sugerida por algunos psicólogos como una impotencia asimilada, y hace referencia a todo eso que se ha aprendido a “comportarse” de forma pasiva. Manifestando incapacidad para hacer frente a un problema, a pesar de que cuentan con todas las potencialidades para afrontarlo. Por lo que tiende a congelarse y no actuar, siempre que se ven rebasados por alguna situación específica. Perdiendo la motivación en emprender cosas o moverse a otro lugar. Por cierto, a todo esto, ahora que lo recuerdo, nunca entendí cómo es que, en las caricaturas de WB, mostraban siempre a un elefante teniendo miedo de un ratón.
Lo curioso es que Martín Seligman, fue el pionero en proponer La Indefensión Aprendida, descubriendo que cuando alguien es sometido a varios actos repetitivos que implican el fracaso, el único compartimiento aprendido, será sentirse indefenso y no querer luchar.
Obviamente si uno crece limitado en sus posibilidades, siendo un adulto, sus medios serán los mismos y aunque posea la capacidad de expandirse, el trauma marcado en la infancia, le imprimirá una enorme barrera.
Cuánta razón hay en las palabras de Santiago Ramírez, cuando dice, que Infancia es destino.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com